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Un pito desconocido para encender a Ana
Fecha: 07/02/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... como solamente ella sabe hacer.Mientras movía esa verga con sus dos manos, Ana comenzó a pasar su lengua por los labios. Yo sabía que eso era el preludio a una tremenda chupada de pija.Le dije a Sergio que se sentara para que Anita se arrodillara delante de él. Al levantarse ella, se desprendió el vestido negro y lo dejó caer al piso.No me llamó la atención ver que sus labios vaginales ya estuvieran brillantes por efecto de sus propios fluidos.Quedó totalmente desnuda de rodillas frente a Sergio, solo vestida con esas sensuales sandalias de taco aguja.Anita volvió a tomar esa verga enorme entre sus dos manos y sus dedos comenzaron otra danza masturbadora, mientras Sergio echaba la espalda hacia atrás y cerraba los ojos gimiendo.Mi esposa estaba dispuesta a hacerlo acabar entre sus dedos. Ella apuntó la cabeza de esa verga a su cara y continuó dándole movimiento cada vez con más ritmo y frenesí. Sergio comenzó a retorcerse de placer. Pensé que Ana iba a tragarse la punta de esa pija endurecida, pero ella siguió solamente con sus manos.De pronto el flaco arqueó la espalda y ya no aguantó más. Gruñó como un oso salvaje y comenzó a largar potentes chorros de semen sobre la cara de Ana. Ella abrió su boca y acertó a tragarse una buena cantidad de leche caliente. El resto quedó esparcido en su barbilla.Ana sonrió satisfecha, mientras Sergio se deslizaba hasta el suelo. Ella se puso de pie y se dirigió al baño, caminando con movimientos felinos y balanceando sensualmente su lindo ...
... culo.Cuando regresó al comedor, se había bañado y estaba radiante, otra vez llevaba solamente sus sandalias de taco. Sergio me pidió permiso para darse una ducha también.Anita se lanzó a mis brazos y me susurró al oído que esa paja la había dejado muy caliente. La tumbé sobre el sillón y cogimos como locos mientras Sergio se duchaba.Durante los quince minutos que él estuvo en el baño, hice acabar dos veces a Ana, que gritó sus orgasmos como una posesa.Ella todavía quería más. Estaba totalmente encendida. La volteé boca abajo y volví a penetrarla desde atrás. Cuando Sergio salió desnudo del baño, se acercó a nosotros y pude ver que su verga se erguía otra vez mientras me miraba bombear a mi esposa.Le susurré a Anita si quería aprovechar la calentura de ese flaco y ella sonrió con aprobación. Entonces me salí de su concha ardiente y le ofrecí mi lugar a Sergio.Se acostó sobre la espalda de mi esposa y le advirtió que la cogería con suavidad para que no sintiera tanto dolor.Sergio se impulsó hacia adelante y Ana tuvo un ligero sobresalto, dejando escapar un leve gemido. El flaco volvió a deslizarse y entonces mi delicada mujercita aulló como una perra en celo y comenzó a gemir y lloriquear. Parecía que estaba sintiendo dolor.Entonces entendí el por qué: ese turro la estaba sodomizando; le estaba abriendo el estrecho culo con esa verga enorme, sin dilatarla antes ni lubricarla. Pero Ana ahora parecía disfrutarlo.Sergio me miró y me pidió disculpas, diciendo que a él le gustaba ...