1. Fui iniciado por un médico (4)


    Fecha: 07/02/2020, Categorías: Confesiones Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    -¿Estás solita?...
    
    -Sí… sí, doctor, estoy… estoy solo…
    
    -Bueno, venite para acá ya mismo que tengo un regalito para vos…
    
    -¿Un… un regalito?
    
    -Sí, un regalito para tu lindo culo…
    
    -Bueno, ya… ya voy para allá… -dije y salí poco menos que volando para su casa e imaginan que ese regalito sería su verga… Pero me esperaba una sorpresa…
    
    Cuando llegué lo primero que hizo fue ordenarme que me desnudara; él llevaba una bata de seda azul y debajo lo que parecía ser un pijama blanco. Estábamos en el living del departamento, un séptimo piso a la calle en el barrio de Caballito. El cortinado ocultaba el ventanal que daba al balcón. Había una mesa principal con varias sillas a su alrededor, un sofá grande con una mesa ratona delante y en las paredes varios cuadros. El ambiente estaba todo cubierto por una mullida alfombra color verde claro.
    
    Me miró desnudarme y después se me acercó, me puso de espaldas a él, me rodeó la cintura con sus brazos, me besó en la nuca y en los hombros con besos lentos y húmedos y sentí que la verga se le iba poniendo dura en contacto con mis nalgas.
    
    Repentinamente se apartó dejándome muy caliente y me dijo: -Voy a darte tu regalo, Jorgito… -y sacó de un bolsillo de su bata un llavero. Lo exhibió ante mí tomándolo por la argolla entre sus dedos pulgar e índice de la mano derecha y vi que se trataba de un llavero con la forma de una pelota de rugby, de unos dos centímetros y medio de diámetro por seis de largo.
    
    -No entiendo, doctor, yo… ...
    ... yo ya tengo un llavero…-dije confundido…
    
    -Éste no es para llevar llaves, putito, sino para que te lo metas en el culo cada vez que yo te lo ordene y lo lleves ahí por el tiempo que yo decida… A partir de ahora lo vas a llevar encima junto con un pote de vaselina, ¿entendido, Jorgito?
    
    Yo miraba el llavero sin poder salir de mi asombro ante ese hombre que empezaba a mostrarse cada vez más perverso y por eso a excitarme cada vez más… Me imagine con el llavero en el culo en el colegio, viajando en colectivo, cenando con mis padres…
    
    -¿Qué… qué está haciendo de mí, doctor? –pregunté angustiado y al mismo tiempo ardiendo de morbosa calentura
    
    Él emitió una risita y dijo: -Yo no hago más que mostrarte lo que realmente sos, Jorgito, y que vos mantuviste escondido, por miedo, claro… Pero yo te lo muestro y ahora no tenés vuelta atrás… ¿Me equivoco, nene?... Porque si me equivoco te podés vestir y te vas…
    
    -¡No!... Dije casi gritando ante la aterradora posibilidad de volver a mi falsa vida anterior…
    
    -Bien, muy bien, putito… Entonces obediencia ciega, docilidad absoluta, sumisión total… Ésta es la regla, Jorgito… ¿Estás de acuerdo o preferís renunciar?
    
    -No, renunciar no… Estoy… estoy de acuerdo, doctor…
    
    -Muy bien, eso me alegra, putito, pero hay algo más, a partir de ahora ya no vas a llamarme doctor sino mi Señor, porque eso soy, nene, tu Señor, tu dueño, tu autoridad suprema…
    
    -¿Qué… qué quiere decir eso, doctor?... Pregunté inquieto… Él me cruzó la cara de una ...
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