El reencuentro - 2ª parte
Fecha: 11/02/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... que, única, exclusivamente, cariño… Amor puro y duro, exento de nada más; sentimiento genuino, sin asomo de materialidad que valiera… Daniel, por fin, liberó los labios de Sandra para preguntarle
¿Por dónde vives?
Sandra se quedó a cuadros ante aquello que, en forma alguna, esperaba que le preguntara
¿Y eso qué tiene que ver ahora?... Para atrás, más allá del cementerio…
En una urbanización de esas nuevas que, tengo entendido, ahora florecen por aquí, como las margaritas en verano
Pues sí. A unos tres, cuatro kilómetros más allá del cementerio…
Daniel volvió a inclinarse sobre Sandra, buscando, una vez más, sus labios. Ella le recibió entregada, e intentó amorrarse a él, pero Daniel, con suma delicadeza, la evitó. Luego se separó de su hermana, para decir
Antes decías que, para mí, eras mi hermana puta de España. Que venía, te…te “lo hacía” y luego me iba. No Sandra; para mí tú no eres eso en forma alguna. Tengo que irme hoy, no puede ser de otra manera, pues por la mañana tengo que estar trabajando… Luego me voy; me voy de tu lado en paz para, en paz, volver a ti algún día…
¡Y una mierda! Te vas con ella, con Rachel, y a mí me dejas aquí, tirada… ¡Pues bien; sea como quieres… Arranca cuanto antes y vayamos al aeropuerto…
Diciendo esto, Sandra recogió del suelo sujetador y blusa negra y empezó a ponerse ambas prendas. Al tiempo, Daniel se abotonó los botones de la camisa para, seguidamente, subirse el pantalón y cerrar cremallera y botón a la ...
... cintura; se acomodó debidamente en su asiento, se puso el cinturón de seguridad y arrancó el coche, mientras Sandra tomaba del suelo las bragas y se las ponía, bajándose y alisándose la falda, tras lo cual también ella se abrochó el cinturón de seguridad.
Daniel se incorporó a la carretera y condujo un trecho, hasta que un cartel anunciador le indicó una vía de servicio con cambio de sentido de marcha. Dejó, pues, enseguida la carretera para por la vía de servicio volver a tomarla, pero en sentido opuesto. Tan pronto Daniel enfiló la vía de servicio, Sandra saltó
Se puede saber qué narices haces
Llevarte a tu casa; es una solemne tontería que vengas conmigo hasta el aeropuerto para luego tener que tomar un taxi hasta casa o llamar a Mateo para que vaya a traerte de vuelta…
Sandra no repuso nada a su hermano y en silencio, como desde que arrancara el coche estaban, siguieron viaje. A poco de rebasar el cementerio, Daniel observó el anuncio de una salida de la carretera hacia la derecha, preguntando entonces a Sandra
Es por ahí, ¿verdad?
Sandra siguió empecinada en su silencio, pues se limitó a asentir con la cabeza. Daniel salió de la carretera por la señalada salida, encontrándose en otra carretera, bien asfaltada y ancha, aunque no tanto como la general. Transitó por ella no más de tres, a todo tirar cuatro kilómetros cuando ante su vista apareció un cartelón dando la bienvenida al viajero a una urbanización, “Las Flores” por nombre.
Ya dentro, fue callejeando ...