La tía de mi madre 2 - Relatos Eróticos

La tía de mi madre 2

... machote, tú me haz roto el chiquito y ahora mi cola es tuya", me decía, apoyando sus brazos a los costados de mi cabeza y levantaba su cuerpo y lo bajaba, haciendo que mi pija entre y salga de su ojete, "haaaaaaa, que rico me cachas por la cola, que delicia sentir como tu verga entra y sale de mi chiquito", me decía cerrando sus ojos y la cara de satisfacción era única, "cacha mi cola todo lo que quieras pero no te escurras, la quiero mamar y tragar toda tu deliciosa leche", me decía sin dejar de subir y bajar su cuerpo, "hay papito, que rica verga tienes, como me haces disfrutar cachando mi cola", me decía, entre gemidos ahogados que daba la tía Delia. "Quieres que me ponga boca arriba y me cachas así?", me dijo, dejando de mover su cuerpo, bajando de encima mio y se puso boca arriba, levantando bien sus piernas y dejando que le vea el ojete, que delicia de ojete, abierto, como salido para afuera, me acomodé entre sus piernas y ella con su mano dirigió mi pija a su ojete, dejando que se la vuelva a meter toda, ella se tapaba la boca con su mano, a medida que mi pija le entraba, hasta ...

... que mis huevos quedaron pegados a su ojete, "haaaaaaaaaaaaaaaa, que delicia como me cachas, como me gusta sentir tu verga bien adentro mio", me decía con sus piernas bien en alto. Ahora era yo el que movía el cuerpo para adelante y para atrás, haciendo que mi pija entre y salga de su ojete, solo escuchaba los gemidos de la tía Delia, "así, así papito, así dame verga por la cola", me pedía la tía y yo seguía metiendo y sacando mi pija de su ojete, "tía, me voy a acabar", le dije, "no, espera deja que te la mame y te escurres en mi boca", me dijo, haciendo que le saque la pija del ojete y se puso entre mis piernas a chuparme la pija, hasta que me empecé a acabar, sentía como salían los chorros de leche de mi pija en la boca de la tía Delia, con que fuerza y con que ganas la tía Delia me chupaba la pija, como tragaba, como pasaba su lengua por toda mi pija, como metió su cabeza entre mis piernas y me chupaba los huevos, "hay, que delicia de leche, como me gusta mamar tu hermosa verga", me dijo, dándome un beso en la mejilla, acomodándose bien contra mi, y diciendo de dormir otro ratito.