1. Mi esposa y su ex


    Fecha: 16/02/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: verotamiss, Fuente: CuentoRelatos

    ... minutos los movimientos eran más intensos y hasta la mesa rechinaba; entonces el quito las piernas de mi esposa de sus hombros y ella lo engancho, besándose con lujuria que hasta a mí me dejo perplejo, el sudor de sus cuerpos iba y venía, estaban bañados en él; de repente él la puso boca abajo con las piernas estiradas y se le monto en la cola, penetrándola por la vagina y mi esposa solo se dejó llevar muerta de excitación, mientras él estaba golpeando su trasero, sus manos estaban una sobre los pechos de mi esposa y la otra sobre su ombligo, y mi esposa giro su cabeza hacia atrás lo miro con una carita de soy tuya, y el la beso apasionadamente.
    
    Pero no acababa aun ahora él era el que iba a disfrutar de los movimientos de ella, porque se recostó en la mesa y mi esposa se montó sobre su pene dejándose caer y penetrar lentamente, y empezaron otra vez los movimientos, primero despacio y después con intensidad impresionante se sentía como sus cuerpos daban palmadas, ella seguía cabalgando sobre el mientras él le tocaba los senos, entonces ella se recostó sobre él, y él le la apretó de la espalda, tanto el uno como el otro se movía intensamente hasta que la vagina de mi esposa se llenó de líquidos, ella se había venido… ella paro sus movimientos, pero el abajo le seguía penetrando con más intensidad, mi esposa solo se dejó llevar, y entonces con fuerza el hizo como sentarse y mi esposa encima quedo sobre su pelvis quieta los dos estaban quitos y penetrados no se movieron para ...
    ... nada, solo seguían besándose con sus cuerpos unidos él se echó atrás otra vez sin sacar la el pene de la vagina de mi esposa pero ya no seguían con tanta intensidad solo hacían movimientos pequeños pasando algunos ratos, él también se había venido.
    
    Lo impresionante de todo es que ellos no querían apartarse ni despegarse, un rato mi esposa penetrada se recostó sobre el pecho de él y él solo la abrazó, pero sin soltarse ni de apartar sus órganos sexuales.
    
    Y empezaron otra vez a besarse y a hacer los movimientos esta vez con menos intensidad, pero se les notaba el amor, hasta que se vino dentro de ella y ella le agarro las nalgas y lo dejo ahí adentro todo y el amanecer empezó a llegar, un último beso se dieron de gratitud, diciéndose:
    
    —¿seguimos para siempre?
    
    —para siempre.
    
    Eso me dio a entender que sus encuentros no iban a parar.
    
    Después ellos se cambiaron, y cuando ya estaban vestidos él se fue a su cuarto y ella se quedó mirando sentada en una silla de la mesa; entonces Salí de mi escondedero diciéndole de manera casual:
    
    — Hey donde estabas, te he estado buscando.
    
    A lo cual ella respondió...
    
    — No tu dónde estabas te perdiste toda la noche, cuando llegamos con David a la mesa te desapareciste.
    
    Me quería hacer ver como el culpable.
    
    Después de que ella me había echado la culpa de que donde me escondí o donde me desaparecí en la fiesta, resolví contarle que estuve como sombra detrás de ella.
    
    — me dejaste sola. Decía
    
    — No… cuando yo regresé a ...
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