1. Muñecas rusas


    Fecha: 16/02/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... "boa" al interior del escueto tanga, se despidieron y marcharon en diferentes direcciones.
    
    Susana, subida no sin dificultad a horcajadas sobre su compañero mientras su cabeza pegaba contra el techo, cabalgaba sobre la polla de aquél-. Sus orgasmos, excitados como estaban, no tardaron en llegar, corriéndose la mujer con las últimas y agónicas embestidas de la eyaculación de Dehesa.
    
    -Se nos va a largar… -acertó a decir ella con agitada respiración.
    
    -Tranquila –respondió el policía derrengado contra el asiento, siguiendo con la mirada al camello que se perdía tras una esquina-. No hay problema…
    
    *
    
    -Te gusta comer pollas, ¿eh? –La retórica pregunta acompañó al chasquido de las esposas cerrándose sobre las muñecas del "Tonimanero", quien respondió con un gesto de incomprensión.
    
    -¡Vamos! –Ordenó agarrándole por el cabello y forzándole a arrodillarse- Si quieres rabo yo voy a darte un buen trozo.
    
    Sin soltar a su presa Dehesa se abrió la bragueta y extrajo la polla semierecta.
    
    -¡Abre la boca! –Remarcó cada sílaba, plantándole el falo contra la cara.
    
    El "Toni" obedeció. Guiado por la mano abrió la boca y deslizó los labios a lo largo del miembro, desde el glande hasta la velluda base del fuste.
    
    -Has sido un chico malo, "Toni". Has estado trapicheando a mis espaldas, robándome dinero.
    
    "Toni" intento liberar su boca para hablar, ensayando un gesto de inocencia, pero el policía le impidió destetarse del pene.
    
    -¡No me ofendas intentando negarlo! ...
    ... Nuestro acuerdo te obliga a cederme un tanto por ciento de las ganancias. Si lo incumples te quedas sin protección y te cierro el chiringuito. ¿Está claro?
    
    "Toni" emitió un gemido que Dehesa aceptó como un sí.
    
    De acuerdo. Vale ya –le ordenó sacándole la polla de la boca y obligándole a situarse a cuatro patas. Le bajó el pantalón y el calzoncillo, dejando al aire unos glúteos bien formados, entre los cuales una leve línea de vello se perdía dentro de la raja. Dehesa aproximó su miembro al ano y lo introdujo despacio, con un gemido de satisfacción-.
    
    -¡Ay! –Se quejó "Toni"- ¡Cabrón! Podrías esperar a que me lubricara.
    
    -¡Cállate maricón! Y mueve el culo. Te gustan lo rabos, ¿no? Anoche no te quejabas.
    
    -¿Qué? –Acertó a preguntar "Toni" sorprendido.
    
    -Te vi. Vi como le comías la picha a aquel travelo. Y no pienso consentir que chupes más pollas que la mía, ¿entendido? –Remarcó la pregunta embistiendo con más fuerza.
    
    -¡Ay! De acuerdo… Me encanta verte celoso.
    
    *
    
    -Ese hombre no te conviene –le recriminó María extendiendo la pomada sobre los dedos-. Deberías cortar con él.
    
    -No es asunto tuyo. Yo sé lo que me hago –respondió él conteniendo un escalofrío cuando el ungüento tocó su piel-.
    
    -Seguro. Por eso estoy aquí poniéndote pomada en el culo.
    
    "Toni" se giró cuando María acabó de untarle el dolorido ano, mostrando un principio de erección.
    
    Él se aproximó y la besó, derrotando su impostado rechazo, dejando que agarrara su pene y lo acariciara hasta ...