1. Mi cuñada Lorena


    Fecha: 20/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Eduardo, soy argentino, 38 años. Cuando vine a España fui a casa de mi cuñada, la hermana de mi mujer. Lorena tiene 25 años. La familia de mi mujer son todos peruanos. El marido de Lorena es transportista, pasa mucho tiempo fuera de casa, así que se sintieron aliviados por mi llegada. Yo la llevaba a todos lados en el coche, al punto tal, que cuando íbamos al ginecólogo, pensaba que yo era su marido. Mi cuñada estaba tan panzona que yo tenía que ayudarla en muchas cosas, en vestirse, ponerse los zapatos, yo la bañaba, todo, pero siempre con el respeto que ella se merecía. Después de que dio a luz,y el marido no estaba, la seguía ayudando en todo. Con Lorena teníamos mucha confianza, hasta demasiada diría yo. Empezó a quejarse de que le dolía el ano cuando iba al baño, fui a la farmacia y compré una crema para suavizarlo y antihemorroidal, unos enemas individuales, y Lorena me decía que le pase la crema por el ano y le haga los enemas. Siempre la bromeaba por lo abierto que tiene el ano, y ella me decía que Oscar su marido se volvía loco por su culo, «si, no hace falta que lo digas, con verlo ya se nota», decía pasando la crema y haciéndome el tonto le metía el dedo. Cuando Lorena se recuperó del parto, fue como que nos habíamos acostumbrado a hacer muchas cosas. Una de ella era que siempre me pedía que la bañe. A mi cada vez me costaba más hacerlo sin irme de tema con ella. «Sabes cuña, tú me mimas más que mi marido», me dijo una mañana que estaba preparando el ...
    ... desayuno. «La próxima vez que quieras que te bañe, me voy a bañar con vos», le dije a ver sí así me dejaba en paz, ya que verla desnuda, bañarla, pasarle mis manos por todo su cuerpo me dejaba muy caliente, por suerte para mí, que me había echo «amigo» de una vecina que era la que pagaba el pato de mis calenturas. «Edu, me quieres bañar?», me dijo con vos de nena mimosa, «vamos que te baño, mimosa», le dije pasando mi mano por su espalda. El baño principal está en su habitación, cuando Lorena se desnuda, yo la mire de pies a cabeza, ella se dio cuanta que la miraba con deseo, se dio la vuelta dejando que le vea sus nalgas. Así como estaba, la abracé por la espalda, agarrando sus tetas y apoyando mi pija en sus nalgas. «Y si nos bañamos después?», le dije bajando mi mano y acariciando su concha, ella simplemente volteó su cabeza y nos besamos en la boca, abriendo sus piernas y mientras nos besamos le metí un dedo en la concha, que estaba mojada. «Que ganas de cachar que tengo», dijo moviendo sus nalgas contra mi pija. Dejé de abrazarla y me empecé a sacar la ropa. Lorena se dio la vuelta, besando mi boca y se arrodilló frente mío, tirando el prepucio para atrás y me empezó a chupar la pija. Yo le acariciaba la cabeza, mientras ella la movía, haciendo que mi pija entre y salga de su boca. La hice poner en pie y nos fuimos a su cama, nos acostamos abrazados, basándonos como locos, sus tetas se ordeñaban solas. Se acomodó debajo mio, y con su mano acomoda mi pija contra su concha, ...
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