1. Dinora


    Fecha: 21/02/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tetas, acariciándolas, y hundiendo sus dedos en ellas, mientras que me bombeaba sin cesar; embistiéndome con su verga por mi hirviente pucha, sepultando todo su falo hasta lo más profundo de mi ser, sacándolo empapado de mis jugos sólo para volver a clavármelo con más fuerza que la vez anterior. Al final, sus embestidas eran tan brutales que me levantaba en peso a cada golpe de su garrocha, y yo gozaba cada segundo de aquella salvaje verga, que me cogía a lo bruto.
    
    Sus manos recorrieron mis tetas y bajaron por los costados siguiendo las curvas de mis caderas hasta quedar crispadas en mis nalgas. Sus bombeos eran profundos y duros... Hasta que de pronto sentí que su leche me inundaba la vagina, que me subía como la espuma, bañándome toda la gruta, hasta repletarme la papaya, para después volver hacia atrás y chorrearme los muslos… Mientras que mi jefe, se estremecía en los espasmos finales de la corrida... y por supuesto... yo me derramaba a chorros interminables.
    
    Me quedé como estúpida, con las nalgas levantadas, el semen escurría de mi cuca al piso y mis senos aplastados… Tenía vergüenza y me sentía sucia por haberme comportado de esa manera y dejarme coger por el único hombre que me había hecho vibrar… Él me acarició el cabello, y más tranquilos los dos, me hizo levantar y me estrechó en sus brazos. Recargué mi cabeza en su pecho y me sentí más estúpida; no pude contenerme y empecé a sollozar; me dolía haber sido infiel, aunque sé que mi marido lo merecía, mi educación no me permitía ser tan indiferente a lo que acababa de realizar.
    
    Mi jefe me confesó que desde hace mucho me deseaba, que no había nada de maldad en nuestra relación y me dio el valor para seguir adelante con él; me quería y yo también lo amaba, a pesar de que ambos estemos casados con personas que egoístas a la hora de dar placer.
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