1. HANSEL EL ALEMAN DE CUENTO QUE SEDUJE.


    Fecha: 23/02/2020, Categorías: Gays Autor: EROFANTASIES, Fuente: SexoSinTabues

    ... contestación me sorprendió, pues me dijo: “Quieres tocarla verdad, porque me la ves con mucho deseo” “¿te gusta mucho no es así ?”, yo asiento con la cabeza, y le respondo: “Claro si me dejas”. “Va te dejo pero que nadie se entere”, y yo solo le respondí: “Como crees que le voy a decir a alguien “. Ya con permiso, mi mano iba por la libre, deseaba intensamente tocar ese cuerpo y sin perder el tiempo deslicé mi mano por su bóxer donde por entonces ya se dibujaba una cierta erección, me estaba excitando mucho, y no pude evitar comenzar a masajear el pene y los testículos por encima de la tela de su ropa interior, primero suavemente y a medida que se le ponía dura pasaba mi mano con más fuerza. Mientras hacía eso, Hans me dijo:” Quieres sacarme la verga, sácala, juega con ella, es tuya, haz lo quieras con ella. ” Entre el calor que ya hacía y semejante situación, no podía más, deslicé mis dedos por dentro de su ropa interior, quería sentir su piel, su pene caliente, y ver qué se escondía tras ese pequeño trozo de tela. Y sin más ni más me voy sobre él, le bajo el elástico del calzón quedando al descubierto su verga que se encontraba atrapada bajo la tela. Como había visto, era una verga grande y gruesa, blanca venosa y cabezona con el pellejo cubriéndola pues no estaba circuncidado, con un olor embriagante a hombre limpio en plena pubertad con la testosterona al tope. La tomo con mi mano y la miro bien, no dejo de asombrarme por sus dimensiones que para un chico de 17 años era ...
    ... algo fenomenal, aunque a lo mejor común entre los alemanes. Le bajo el cuero de la cabeza y sale ya mojada con sus líquidos pre seminales, la huelo, la paso por toda mi cara dándole lengüetazos a su glande e inmediatamente me la llevo a la boca, el sabor es delicioso. Hago un movimiento y la sumo hasta mi garganta de solo un empujón, yo la sigo mamando, la sacaba de mi boca de vez en cuando para después meterla hasta el fondo de mi garganta de nuevo. A veces, cuando me la metía hasta la garganta, me ahogaba un poco, con alguna que otra arcada. Hubo un momento en el que se animó y me cogió la cabeza para que me la metiera en la boca mejor. Prácticamente me lo estaba ya cogiendo por la boca. Mientras se la mamaba Hans dudo en seguir, trató de apartarse, como para sacar su pene de mi boca. Pero yo ya lo tenía, y no planeaba dejarlo ir. Comencé a avanzar de rodillas hacia su dirección, con su glande aún en mi boca, y seguí lamiéndolo. Mientras Hans me decía: “Por favor, no creo que debamos de estar haciendo esto y llevarlo tan lejos, creo que debemos parar. ” Yo seguía tragándome su verga, lamiéndola, lo cual la hizo crecer a toda su extensión y por lo cual, yo sabía que lo estaba disfrutando también. Además me había dado ya su permiso, yo no me iba a contentar con solo acariciarla. Sentía como se endurecía su miembro en mi boca, y esto me prendió aún más. Las quejas de Hans fueron convirtiéndose en leves gemidos. Podía notar como lo estaba disfrutando, cada vez que me la tragaba ...