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Nicolás, el hermano de mi novia.
Fecha: 24/02/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... lamerse los dedos y usar su propia saliva para mojarme un poco. En todo el tiempo que había pasado desde que empezamos, no habíamos dicho una sola palabra pero él rompió con ello con un "¿lo quieres?", a lo que yo respondí "por favor". Así poco a poco fue introduciéndome su verga, yo soltaba pequeños gemidos de dolor y placer que ahogaba con la almohada hasta que me acostumbré a la sensación de tenerlo adentro. Acto seguido empezó a moverse cogiéndome. Yo gozaba sintiendo la cogida que me estaba dando mi cuñado, mi hombre, mi macho. Duramos poco más de 10 minutos así hasta que yo acabé, él duró un par de minutos más hasta que sentí mis entrañas calientes y como su verga se contraía y palpitaba adentro mío. La sacó y yo solo sentía su semen corriéndome por las piernas. Él se tiró en la cama boca arriba totalmente agitado y nos quedamos un rato así, como pensando en lo que había acabado de suceder, como si el arrepentimiento fuera instantáneo, aunque me parecía que más para él que para mí. Yo estaba aún extasiado y pude notar en su verga aún erecta que él también, así que por tranquilizarlo le toqué el pecho y me pegué a él. Le di un par de picos y él respondió abrazándome y pegándome más. Estuvimos un rato así y sin decir nada, yo lo ...
... acariciaba y él a mí hasta que me quedé dormido. Horas después desperté y seguíamos en la misma posición, él estaba profundo así que no lo quise mover y volví a dormirme. Cuando desperté por segunda vez, estaba solo en la cama y escuché en el baño que se estaba duchando, prendí la tele y esperé a que saliera. Cuando lo hizo, envuelto en una toalla me dijo que me arreglara porque ya casi nos íbamos de vuelta a la ciudad. Me lo dijo con muchísima tranquilidad y como si nada hubiese sucedido, esto me tranquilizó un poco, pues ahí sí me entraba a mí el arrepentimiento y el temor de que Jimena se enterara, además de la fuerte resaca que tenía. Me duché y arreglé, todos desayunamos juntos mientras hablaban de la fiesta anterior. Mariana contaba de los regalos que le dieron y la plata recibida. Pronto estuvimos todos en el auto listos para volver, no sin antes despedirnos de los anfitriones y agradecerles por todo. En el camino de regreso todo fue normal, todos hablando y comentando sobre la fiesta. Yo miré a Nicolás y él me vio y respondió con una tímida sonrisa, lo cual me dejó claro que lo que habíamos vivido horas antes, no sería la única vez. Espero les haya gustado el relato, perdón lo extenso del mismo, pero es 100% real lo aquí contado. Saludos.