1. Placer como nunca antes y en soledad


    Fecha: 25/02/2020, Categorías: Incesto Autor: SexSymbol, Fuente: CuentoRelatos

    Quiero empezar describiéndome, soy un chico de 18 años, casi 19, mido 1,79, soy de tez blanca, cabello castaño, ojos negros que lucen cafés más de cerca, un cuerpo muy bien cuidado y tonificado, y hermoso rostro, atrayente de miradas de los dos sexos por igual, sin mencionar aquello que se esconde en mis pantalones, una jugosa y gruesa verga de casi 18 cm, que durante el último año ha pasado más tiempo fuera de ellos que dentro, pero ya hablaré más de eso después.
    
    Recientemente me mudé a un departamento en otra ciudad por cuestión de estudios, al principio no me había dado cuenta de que ésta sería una gran oportunidad de descubrir cada vez más sobre mí mismo a través de la masturbación. He de decir que me he masturbado desde muy pequeño, me encantaba cómo se sentía, y aún me encanta, cada vez más, es indescriptible la sensación que se tiene antes y durante el estallar dejando escapar todo el semen después de horas y horas intentando soportar, el alcanzar el gran final, complaciente, pero decepcionante al mismo tiempo, pues es el momento que indica que el placer ha terminado, hasta que decides empezar todo otra vez, podría pasarme todo el día masturbándome (y lo he hecho), es algo que amo hacer. Sinceramente pensaba que mis ganas de hacerlo se detendrían cuando empezara a tener sexo, pero tan sólo se han incrementado, qué puedo decir, se siente tan bien.
    
    Voy a contar una de estas tantas historias en las que me he pasado horas dándome placer a mí mismo, de tantas ...
    ... maneras posibles, esto sucedió hace unos meses. Un día lunes cualquiera, regreso de la universidad, se habían hecho las 2 PM entre que almorzaba y terminaba de ordenar mis cosas, tenía algunos trabajos que terminar, pero algo me decía que este no sería el día para hacerlo, así que simplemente me acuesto en mi cama y estoy entre viendo la televisión y mi teléfono. Después de un rato empiezo a hacer ejercicio ahí mismo, porque realmente no tenía ganas de ir al gimnasio ese día, para cuando termino se hacen las 5:00 PM. Me echo a la cama a descansar y vuelvo a tomar el teléfono, en lo que decido revisar las redes sociales de algunas amigas para ver qué nuevas fotos han subido, para mi sorpresa encuentro varias de una de estas amigas, ella es como de 1,60, preciosa, delgada, ya no recuerdo su color original de cabello por las veces que se ha teñido, quizás castaño también, aunque en ese momento estaba rojo. Sus pechos son pequeños, pero tiene unas caderas y un culo que dan ganas de metérsela hasta la muerte, ponerla de perrito y darle por todos lados, o verla cabalgando encima de mí, de sólo pensarlo me empiezo a calentar otra vez, tengo unas ganas inmensas de tenerla frente a mí ahora y cogermela como a nadie, igual que en ese momento. En las fotos aparecía con un vestido color crema con algunos detalles o encajes (creo que así se llaman) en negro, el vestido era demasiado ceñido y dejaba ver su figura a la perfección, cómo quería arrancarle todo, en serio, empecé a imaginarme qué ...
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