1. La fantasía que se hizo realidad


    Fecha: 29/02/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Flea Ruvalcaba, Fuente: CuentoRelatos

    ... estuvieron varios minutos, yo tenía mi pene bien duro, me la quería jalar pero me contuve por seguir grabando el sexo de mi esposa, sin pensarlo, uno de ellos la tomó por sorpresa y la acercó hacia su pene para que le hiciera sexo oral, lo comenzó a hacer, pero por otra parte, el otro caballero también le comenzó a probar su rica vagina bien mojada, con su dedo le frotaba el clítoris y en ocasiones con la lengua; mi esposa estaba comenzando a sudar de lo excitada que estaba, sus gemidos eran excitantes, me miraba a lo lejos como me agarraba mi paquete por encima del pantalón mientras grababa y me preguntaba si era así como quería hacerlo.
    
    Yo me calenté aún más con aquella pregunta y me dijo que esperaba para unirme a la fiesta; dejé de grabar el acto, comencé a desvestirme y me uní a ellos, comencé a besar sus ricos pezones, agarraba sus pechos como a ella tanto le gustan, rodeando su aureola, dándole ligeras mordidas a sus pezones y después con mi lengua acariciarlos, los cuatro estábamos extremadamente calientes; uno de nuestros amigos me hizo la invitación de penetrarla, no lo pensé dos veces y lo hice, en ese momento mi esposa lanzó un gemido de placer, comenzó a pedir más de aquella dotación que le estaba dando, gemía suavemente y a la vez lanzaba un gemido más largo, pedía que no dejaran de frotarle su clítoris y sus pezones mientras ella seguía con el oral.
    
    Nuestro amigo al que le estaban haciendo el sexo oral nos dijo que ya no iba a aguantar mucho tiempo así, ...
    ... porque mi esposa lo estaba haciendo llegar, no me había dado cuenta que mientras le chupaba el pene también le frotaba con uno de sus dedos el ano, por tal motivo estaba muy excitado y cerca de venirse, se veía claramente que lo estaba disfrutando, en su piel se notaba el placer, se le ponía chinita y dejaba oír algún gemido de placer hasta que ya no pudo más y eyaculó en los pechos de mi esposa; nuestro otro amigo, que aún seguía frotando su clítoris, me pidió la oportunidad de penetrarla, pero en una posición diferente, acepté y me hice a un lado, la puso boca arriba y levantó sus piernas, se las colocó en su pecho y así comenzó a darle unas ricas embestidas.
    
    Mi esposa gemía cada vez más, me pidió me acercara para que ahora me la chupara a mí, me acerque poniendo mi pene arriba de su boca, comenzó a chuparme mi miembro y también comenzó a frotarme el ano, lubricaba sus dedos con el líquido que salía de mi pene y me frotaba, nunca había sentido esa sensación, era algo increíble, se sentía como un escalofrío pero a la vez dejaba placer, mi pene se puso mas duro todavía por aquella sensación, un cosquilleo en mis entrañas comencé a sentir justo cuando eyaculaba por esa experiencia; solamente faltaba la otra persona de venirse, mi esposa había acabado con nosotros dos; se colocó en la posición de perrito y así le pidió a él la penetrara, comenzó a hacerlo, ella hacia un movimiento de cadera muy rico y ella misma se frotaba el clítoris, lo hicieron varios minutos así, ella le ...