Placer sobre 4 ruedas (Cuarto encuentro)
Fecha: 02/03/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: IMen4You, Fuente: CuentoRelatos
... ese par de pechos que posee que a cualquiera vuelve loco, pero que en esta ocasión estaban siendo totalmente míos. Tiré de su blusa para descubrirlos, y ¡Así fue! Ese par de hermosos pechos grandes salieron a la vista, cosa que sólo me calentó más de lo que ya me tenía. Ella no se detenía en sus movimientos, empujaba con tanta fuerza su cuerpo contra el mío. La rodee con ambas manos de su cintura, dejé se clavara completamente en mí dejándola inmóvil. Mi boca fue en busca de sus pechos, aquellos que ansiaba desde hace días volver a probar. Me encontré con esos pezones ya erguidos y no esperé a succionarlos dentro de mi boca. Su cadera comenzó a balancearse de adelante atrás, mientras me enfocaba en succionar y lamer sus pezones. Eran duros y de una forma tan deliciosa como no pueden tener una idea. Sus movimientos se intensificaron y dejé sus pechos para ir en busca de su boca. Nos devoramos como si fuese la primera vez, esas ganas insaciables del momento se incrementaban de una forma tan inimaginable.
Gemíamos a ventanas cerradas tan fuerte que nadie por fuera podría escucharnos, los movimientos se hicieron de forma frenética, le pedí no detenerse y ella obedeció sin pero alguno. Se abrazó a mi cuello y se apoyó para moverse con mucho más fuerza. Me estaba enloqueciendo y a la vez me hacía sentir un placer tan magnifico. Nos besábamos y a la vez gemíamos. Sus palabras fueron simplemente “Ya no aguanto más” asistí a sus palabras y le pedí que lo hiciera.
Al oír eso sus ...
... movimientos se hicieron insaciables, sus gemidos ya eran gritos y de forma tan maravillosa, nuevamente estaba teniendo otro orgasmo. Fue tan increíble sentir como su humedad bañaba de lleno mi miembro al mismo tiempo en la que sus contracciones lo estimulaban.
Buscó mi boca y me beso apasionadamente, entre besos quería terminara para ella y sólo afirmé con mi cabeza. Lentamente fue levantándose, sentándose sobre el sillón de lado. Se fue sobre mí agachándose, iba en busca de mi miembro con su boca. Simplemente me recliné hacia atrás y le dejé lo hiciera a su antojo. Su mano rodeo mi miembro y su boca no esperó más, lo succiono deliciosamente. Pude sentir como su lengua me recorría desesperadamente. Sus labios apretaban y soltaban al ritmo en el que su lengua me recorría.
Mis gemidos se intensificaban cada vez más, su boca era imparable y mi miembro comenzaba a vibrar con fuerza. Mi mano fue sobre su cabeza y la jalaba para no dejarla se retirara de él.
Subía y bajaba con una velocidad imparable, succionaba y estiraba por completo mi miembro. ¡No puedo más! Le dije apenas entre mis gemidos, devoró por completo mi miembro y era la señal. No pude contenerme más a su boca y comencé a estallar dentro de su boca. Mi semen emanaba a chorros y ella lo sacó en lo absoluto de su boca. Succionaba mientras me derramaba, era un placer jamás sentido en mi vida. Solté su pelo y la deje quitar hasta la última gota de lo que había sacado en mí.
Se levantó limpiando con su lengua ...