En una primavera
Fecha: 06/03/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mi padre. Pero mi padre ni siquiera se bañaba con nosotros. Era como si en mi casa el sexo no existiera, nunca se hablaba de ello y cuando a veces mis padres se propinaban unos tremendos fajes que a todos nos dejaban sin palabras. No lo comprendíamos y era algo incómodo. No tener sexualidad y de pronto, no saber como responder a esos besos, abrazos y deseo con el que se acariciaban mis padres en frente de mis hermanos.
Yo traté por todos los medios de ver a mi padre desnudo y conocerle el miembro, pero nunca lo conseguí.
Así que crecí con esa obsesión. A 12 años me enrole con un primo que me enseñó un buen de cosas acerca del sexo, el tenía 18. Yo me masturbaba desde los 11 años, así que cuando llegó este primo a mi vida, pues nos practicábamos "krampacks", sexo oral a toda hora y por las noches, yo lo abordaba mientras dormía.
En esos tiempos, yo traté de hacer lo mismo con mi hermano, con el cual compartía cuarto, claro que él al ser 5 años mayor que yo, pues no me daba señales de que le gustase aquello que le hacía. Le mamaba su pene, que siempre se mantuvo flácido. Hasta que con el tiempo, un lapso de unos 2 años, cuando trataba de tocarlo, se daba la vuelta o hacía otras maniobras para que no lo molestase mientras dormía.
Mientras tanto con mi primo, me daba a la tarea de aprender.
El tenía un pene sin circuncidar, no era muy grande, unos 16 cm en estado de erección, lo que si recuerdo es que producía mucho esmegma, ese cerumen que se genera entre el ...
... prepucio y ala cabeza del pene, así que me daba bastante asco el mamársela. Mi primo no era un verdadero experto en tema de sexo. Nunca nos mamamos los huevos ni el ano. Cuando mucho, me metía un dedo por el culo y en una ocasión trató de penetrarme, pero dolió tanto que ya no accedí a otro intento.
En aquellos días yo estaba en plena crisis de identidad. Estoy hablando de los 14 o 15 años, en el que no podía compartir con nadie mi sexualidad abiertamente. A mi primo sólo le interesaban puñetas y nunca mostraba mayor interés hacia mí más que para que yo lo satisficiera con puñetas y mamadas. Un día accedí a que se vieniera en mi boca y fue lo más que hicimos. En unas vacaciones insistió una noche a que yo le mamara el culo, a cambio el se tragaría mi semen, yo no accedí y ahí terminó lo nuestro. Nunca volvió a pasar nada entre nosotros. Yo en plena crisis y él también. Al poco tiempo se casó con una chica, que lo hizo circuncidarse ahora tienen 3 hijos y al parecer les va bien.
Mucho sentimiento de culpa y soledad en mi vida en l que fue mi niñez, queriendo compartir con alguien ese placer y caricias que yo conocía y que sabía que era lo mejor que podía brindarle a alguien.
Y seguía mi interés por mi padre, que me parecía el hombre más querido por mi y que comprendería ya aceptaría mi "amor".
Mi padre por aquel entonces empezó a tomar pastillas para dormir, debido a la situación económica que estaba amenazando con acabarse con la considerable fortuna familiar y nuestro ...