Me comí a mi mamá en uno de sus viajes (En edición - Relatos Eróticos

Me comí a mi mamá en uno de sus viajes (En edición

... escuchaba los gemidos de ella. Eso era en ese momento mi madre, más que mi progenitora era una mujer, era ella y la estaba haciendo gozar. “Ya no puedo más, métela”. “Espera, espera”. Ella misma, se levantó y abrió la maleta donde siempre guardo condones. Me lo dio. Estaba roja, sabía que era muy sospechoso todo, pero igual ya nada importó. Se puso en cuatro. Tuve que respirar mucho para no correrme en el primer envión. “Respira, respira” y me llamaba por “mi nombre”. “Nuestra luna de miel”, gemía. Yo solo quería tenerla boca arriba y verle sus tetas saltar. Eso en particular es lo que más me gusta. Ella accedió. Yo no decía nada, silencio y agitación. Sobre mi ella evitaba mirarme y cuándo lo hacía sentía el calor que recorría su cuerpo. Movía su pelo, lanzaba su cabeza hacia atrás y por no sé qué vez casi me corro cuando sostenía sus tetas. Eso eran para mí en ese momento. “Ya no más”, “Cógeme”, sobre ella, sin parar, por momentos me apartaba, me encantaba ver su rostro sonrojado, ella miraba hacia otro lado y así seguimos hasta que llegamos.Yo no lo creía. No dijimos nada. Dormimos. Después de esa noche, todo fue como si no hubiese pasada nada. Aunque mi madre estaba muy avergonzada de “haberse pasado con los tragos”.Esto ya fue hace unos años y nunca hemos hablado sobre ese episodio particular. Mis padres viajaron a su luna de miel y todo parecía tan calmado como siempre. Sin embargo, yo debía aprovechar la situación y mi madre no tendría otra opción que aceptar. Pero bueno, eso ya es para otra historia.