1. Mi hermanito y yo


    Fecha: 12/03/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... líquido transparente pero ella aún estaba un poco seca, con un poco de saliva en mis dedos combinado con mi liquido se la unté en su vaginita y le coloqué la punta de mi verga en su entradita apretada, ella seguida dando gemidos suaves y suspiros. Nos colocamos de lado abrazados y comencé a darle besos por el cuello, detrás de las orejas, le daba mordidas por la espalda y le decía: Yo: Hermanita me encantas Chelssy: A mí también hermano, me gusta mucho esto que me estás haciendo (me dijo con voz tenue y gimiendo) Le introducía la punta de mi verga y se la sacaba despacio y así estuvimos gozando unos minutos, yo estaba plácidamente cómodo y disfrutando cuando por sorpresa me dice: Chelssy: Hermano me gusta mucho cuando me das mordidas ahí bajo, quiero que me hagas eso mejor. Estaba totalmente sorprendido que mi hermana me pidiera que le hiciera sexo oral y no solo sexo oral como normalmente se hace, si no que quería que le mordiera sus pequeños labios vaginales, hasta la fecha no se si ella tenga una especie de sensibilidad en esa área, ya que disfruta más del sexo oral que la penetración. Apenas terminó de decirme lo que quería y yo ya me había parado para acomodarnos. Yo: siéntate en el sofá y quítate la blusa (le dije en tono de orden) Clessy: si está bien, Yo: ahora abre las piernas y con tus manos quiero que abras tu cosita para que te pueda besar más fácil ok? Chelssy: Si está bien (me dijo desesperada) Sin perder el tiempo se acomodó como le había ordenado separó sus ...
    ... piernas y con sus manos abrió su linda vagina. En serio que era una vista increíble una hermosa y tierna vaginita abierta antes mis ojos, me hinqué sobre una almohada para estar más cómodo y hundí mi cara en su deliciosa vagina que ya estaba toda mojadita y lubricada. Y como ella me lo pidió esta vez comencé por mordidas más fuertes y bruscas en sus labios vaginales ella se retorcía y soltaba gemidos más fuertes como nunca antes la había escuchado. El simple hecho de escucharla gemir ya me estaba haciendo eyacular, con mis dientes le frotaba su vagina y le daba mordidas, noté como eso le encantaba y me tomaba la cabeza para que no parara, estábamos tan concentrados que no nos dimos cuenta que ya se había hecho de noche pero nada de eso nos importó, solo queríamos seguir disfrutando de ese delicioso momento. Continúe con lamidas y mordidas en su vagina durante varios minutos, tenía la cara toda pegajosa y la lengua cansada de estar en la misma posición, me dolían las rodillas y la boca. Entre gemidos escuché que mi hermanita me decía que quería hacer pipí. Yo estaba tan excitado que no quería interrumpir ese momento y no sé cómo es que le dije: Yo: Hazte pipi en mi boca! Ella seguía gimiendo y gimiendo, se retorcía en todas formas yo seguía con la boca en toda su cuca y en un instante sentí como brotaba una gran cantidad de líquido caliente y salado sobre mi cara. Con la boca abierta me bebí todo lo que pude, y al mismo momento que eso sucedió yo terminé eyaculando hasta la ...