-
Me fui solo a la playa
Fecha: 12/03/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Había terminado con mi novia y me sentía solo, me fui solo a la playa a ver si me distraía. Esa noche hubo tambores, fuí a ver y una morena me sacó a bailar, tenía un trago y alguien lo agarró. Al salir alguien me dio mi trago. Luego de eso mi conciencia se nubla, solo tengo recuerdos vagos. Recuerdo que me alejaba con alguien de los tambores, recuerdo que era besado en el cuello desde atrás, recuerdo haber sido penetrado analmente por un hombre negro. Desperté completamente desnudo, mi ano me dolía y tenía un fuerte olor que supe que era semen. Había semen seco en mis nalgas y rostro, como una concha fina. Me sentía mareado y con dolor de cabeza. Me duche sin saber que hacer, me vestí y salí a desayunar y comprar algo para mi dolor de cabeza. El encargado del deck de chequeo de la posada me miró y sonrió de una manera complice. Era gay y me acerqué para averiguar que había pasado. Al acercarme me dijo: Qué envidia anoche al verlo ir a su habitación con ese Hercules de ébano, dijo. Lo hizo gemir como ...
... loco, tuve que masturbarme oyendolos. ¿Quién era?, pregunté y el dijo: Ya quisiera yo saberlo. Salí y compre Ibuprofeno, al salir de la farmacia había una nota en mi limpia parabriza. Decía: Anoche fue mágico, llámame si quieres repetir. Lo llamé y me contestó, en la cascada a las 12. Asistí y allí había un hombre negro enorme, me saludo y sonrió. Al hacerlo no se por qué pero mi pene se erectó, el dijo: Mira, y me enseño su teléfono. Me vi cabalgando sobre su virilidad gimiendo lujuriosamente de placer. Quedé petrificado y el me beso por sorpresa con deseo, quise resistirme pero era demasiado fuerte, entonces me dijo: Anoche lo único que hice fue desinhibite, el resto lo hiciste tu. Nunca me lo habían mamado tan rico, ni nadie había gemido como tu conmigo, me gustas mucho. Me excité mucho y esa tarde, sin drogas fui suyo, desde entonces me convertí en su hembra. Hace un año que somos pareja, todos en el pueblo lo saben, y a mi no me importa. Afeminé mi cuerpo para él y satisfago todos sus deseos desde entonces.
«1»