1. Dos Hembras en VillaMacho - Cap. 2


    Fecha: 12/03/2020, Categorías: Sexo en Grupo Hardcore, Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... la miró paralizado como Chuki le bajaba el tanga y por puro reflejo levantaba su culo. Raúl, aún sentado en el sofá, se estaba masturbando como si esperase su turno.— ¿Cómo puedes hacerme esto?— ¿¡Yo!? ¿Quién emborrachó a estos niños y los calentó haciéndonos quedar desnudas?— Voy a metértela -le dijo a Sandra antes de dirigirse a tu esposo-. No te preocupes, vas a poder ver en primera fila como hago gozar a la puta de tu mujer… Y como la preño.— Hijo de puta…— Este hijo de puta… -dijo lentamente mientras escupía sobre el culo de Sandra y le metía la lengua dentro, como si le diese igual todo. Después se agarró la polla al tiempo que hacía que su gran y enorme glande besase el culo ya lubricado de esta.— ¡No! Eso no… Hazlo por el otro. ¡Por el otro! -suplicó antes de entrecerrar los ojos, mirando a sus propias cuencas mientras notaba aquel enorme misil desgarrar placenteramente su culo. Pese al enorme tamaño, su ano parecía estar aceptando gustosamente al extraño invitado; una sensación muy rara le recorrió todo el ombligo haciendo que por un instante liberase una pequeña cantidad de orina contra la alfombra-. ¡Mpfhhhh! ¡Dios mío! Me muero… -gimió sin poder evitar meterse sus propios dedos en su coño, masturbándose a pesar del dolor y la extraña sensación en esa nueva zona.— Pronto cumpliré lo de que mi pircing bese tu útero, pero no quería dejar pasar la oportunidad de estrenar tu culo delante del inútil de tu marido. Mira, Joaquin… ¿Ves esto? -dijo mientras extraía su ...
    ... enorme cipote del culo de su mujer y le enseñaba el brillante adorno en el extremo-. Mira lo que hago con él… ¡Mira la cara de la guarra de tu esposa!El veterano orificio de Sandra aceptó aún más gustosamente el venoso cilindro de carne. Los veinticinco centímetros de polla la penetraron haciendo que se tuviese que morder el labio para no gemirle a su marido en su cara.— No mires, cielo.— Mira, Joaquin, mira la cara que pone… ¡Ahora! -ronroneó mientras la agarraba de ambos hombros y la metía prácticamente toda-. Este es el tope.— Te dije que no podía entrar más lejos… -gimió Sandra, exhausta, sonriendo en un vano intento de mirar a su penetrador. El enorme grosor y la presión que ejercía su medida la estaban destrozando de placer.— Me gusta superar los límites -le susurró al oído mientras la agarraba del pelo y tiraba de este para hacer que la madurita mirase al techo. Le escupió a la cara, entre los labios, mientras el cuerpo tensado le permitió ejercer más presión la penetración. El pircing abrió un pequeño hueco en el cérvix de la madurita, agrandándolo más con cada nueva embestida.— Duele… Duele mucho. Para… ¡Para! ¡Así no! ¡¡ME VAS A VOLVER LOCA!! -mentía Sandra incapaz de aceptar que se iba a mear ahí mismo de placer. No quería que su marido la viese así, dolía de una manera dominante, con un placer casi infinito que la tenía prácticamente hipnotizada.— Aguanta un poco más… Mientras me corro directamente dentro -Los gemidos de la madre eclipsaron a los de la hija, que ya ...