Dos Hembras en VillaMacho - Cap. 2
Fecha: 12/03/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Hardcore,
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... cama un cuaderno, dos bolis y la cinta métrica.— No estés nervioso, cielo -La voz femenina era paciente, suave y compasiva, como si el aludido no tuviese nada que temer. Después de una breve pausa, continuó:-. Solo es una medición. Bájate los pantalones.Sus manos temblorosas se encontraron sobre el botón y la cremallera. Su principal temor era que ella se m*****ase por venirse arriba con demasiada facilidad, o que si no se ponía duro y él le pidiese ayuda, ella se ofendiese. Su hija Olivia no le habría impuesto tanto, pero aquella mujer era una diosa, y él un simple insecto revoloteando a su alrededor. Sin embargo, al ser consciente de que no era capaz de bajarse los pantalones. Ella le indicó sin decir nada que se acercase, Santi obedeció avanzando un par de pasos hasta quedarse de pie frente a una Sandra sentada. Sin pensárselo dos veces esta desabrochó con manos de cirujano el pantalón de Santi y este cayó como si pesase doscientos kilos; no le quitó los calzoncillos.— Aún estás a tiempo de retirarte, nadie te obliga a que te midamos.— Quiero hacerlo -contestó convencido aún con el nudo en la garganta-, solo que estoy algo nervioso.— Enséñamela, entonces.— ¿Puedo quitarme la camisa? -inquiría. Se la sacó sin dificultad tras recibir un agradable asentimiento, quedándose en calzoncillos.— ¿Qué pasa? ¿Tienes problemas para tener una erección?— Es que… no puedo ponerme duro porque sí. Necesito excitarme con algo.— ¿Quieres que… te ayude? No es nada sexual, pero tal vez con el ...
... contacto…— Sí… por favor -asentía respirando más tranquilo. Notó los suaves dedos de la madurita palpando el bulto oculto bajo la ropa interior, antes de meter la mano dentro y agarrar la polla morcillona.— Por el tamaño que tienes ahora, pequeña no la tienes. Así que estate tranquilo.La mano de la madurita recorría todo el desinflado tronco del sexo de Santi, encapuchando y retirando el prepucio del adolescente como si lo estuviese masturbando. Quería pedirle que se la chupara, sin ser capaz de conformarse solo con su mano. Deseaba pedirle que se quitara la ropa, pero las exigencias no llegaron a materializarse entre sus labios. Imaginando que se lo pedía, su polla comenzó a ponerse más y más dura hasta que abarcó su zenit.— Ya está… no ha sido tan difícil -aseguró mientras con la mano libre agarraba el metro y extendía su cinta, desde la base hasta la punta del glande-. Diecisiete centímetros. ¡Muy por encima de la media! Es increíble. Y tú temeroso… ¿Tanto miedo tenías de tenerla pequeña?— Sí, un poco -mintió con una risa incómoda.— No te preocupes, aún tienes que crecer más… Te crecerá unos centímetros más si no pasa nada -aseguraba con amabilidad, mientras soltaba su verga y apuntaba en el cuaderno la medida.— ¿Le dices al siguiente que pase?Tras salir de la habitación, todos le preguntaron que le había hecho.— No me he atrevido a pedirle nada más, pero no ha tenido ningún problema en masturbarme.— ¿Por qué no le has pedido que se quitara la camisa o algo? Si era capaz ...