Los pequeños problemas de mi hijo (2 de 2)
Fecha: 13/03/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: TP, Fuente: CuentoRelatos
... muy bonitos, llevaba también los tacones con mucha naturalidad sin importarle lo que murmuraba la gente, se atrevía a ir con las prendas un poco más ceñidas insinuando los pechos y el canalillo, tiene como he comentado anteriormente el pelo muy rubio y lo lleva largo algunas veces lo confunden con una chica si lo ven por detrás. Seguimos comprando los tacones en la de zapatería de Olga y los sujetadores, las braguitas y complementos en la lencería de Silvia. Lo vuelvo a repetir y lo diré las veces que haga falta amo y quiero a mi hijo con todo mi corazón.
Nos hemos hecho muy amigos de Olga y Silvia son dos chicas muy agradables y sinceras se quieren mucho, algún que otro fin de semana nos reunimos en muestra casa o en la de ellas pasando unas horas muy agradables. Un fin de semana cuando terminamos de comer nos dijeron que tenían que hablar de un tema que a lo mejor nos interesaba, era el siguiente: como la zapatería es de Olga y la lencería de Silvia, nos propusieron lo siguiente: que podríamos trabajar para ellas los dos a jornada partida y ellas tendrían más tiempo para sus cosas y estar más tiempo juntas, nos dijeron que nos lo pensásemos unos días, un segundo después dijimos los dos a la vez que sí, se pusieron muy contentas diciéndonos que podríamos elegir donde queríamos estar, yo me decante por la lencería y mi hijo por la zapatería. Olga y Silvia no pararon de decirnos lo bien que estaríamos en la zapatería y en la lencería y que no nos preocupásemos por ...
... el dinero. Siempre va muy bien que entre un dinero extra en una casa, así podríamos ahorrar un poquito y tener para nuestros caprichos.
Unos días después ya estábamos trabajando unas veces teníamos el turno de mañana y otras veces el de tarde. Nos adaptamos muy rápidamente, a mi hijo le encantaba trabajar en la zapatería y yo en la lencería, las chicas y mujeres que iban a comprarse los tacones siempre querían que estuviese mi hijo y si no estaba volvían cuando él estaba decían que les aconsejaba muy bien sobre las alturas de los tacones y como tenían que llevarlos y toda estas cosas, siempre querían que les contase lo de sus pechos y por qué llevaba tacones quedando ellas muy acorde con sus ideas, les decía si tenían que comprarse lencería acudiesen a mi tienda quedando ellas encantadas de que yo les atendiese sabiendo que el chico de la zapatería era mi hijo.
Unos meses después estábamos los dos completamente integrados en nuestros respectivos negocios mientras Olga y Silvia estaban encantadas con nosotros diciendo que el negocio iba muy bien, siempre nos daban más dinero del que teníamos que ganar. Mi hijo ya tiene una buena colección de tacones, lencería y complementos, estoy encantada que se compre estas cosas porque le veo muy feliz, yo también me compro mis cosas por supuesto.
Una noche después de haber cenado estábamos viendo la tele cuando de pronto mi hijo me dijo:
—abrázame mama.
—te pasa algo hijo? Estas bien? Tienes los ojos que te saltan las ...