1. El capataz y el señorito 5


    Fecha: 14/03/2020, Categorías: Gays Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues

    Era una noche calurosa en aquella casa vieja ubicada en el medio del campo. dentro en una de las habitaciones, Braulio se movía en su cama sin poder dormir, pese a que sólo estaba en calzoncillos, el calor era tan intenso que decidió levantarse para ir por un vaso de agua. El agua podía calmar su sed pero no podía apagar su fuego, Braulio era un hombre fogoso y fue en el silencio de la noche cuando escuchó esos gemidos que lo enloquecían los últimos días. sigilosamente, el hombre caminó hacia donde provenían los ruidos al tiempo que se hacían más fuertes, ah ah ah ah ah. Braulio llegó hasta la habitación de su hermano mayor y al notar que la puerta estaba entreabierta decidió asomarse para espiar y con solo la luna iluminando aquel cuarto, Braulio pudo observar el cuerpo de dos hombres fundidos en uno solo danzando el más antiguo arte amatorio, el mayor de los dos penetraba salvajemente al menor que se quejaba con una mezcla de dolor y placer. era Bruno que embestía en posición de "perrito" a Ricardo. Ricardo: ah ah ah ah. para por favor, me duele. Bruno: no sé por qué te quejas tanto si tu culo ya tiene mi horma, ya deberías estar acostumbrado o ¿te quejas solo para excitarme más? Los brazos de Ricardo no soportaron más y cayó boca abajo en la cama. el macho se dejó caer sobre él hundiendo aún más su boa de carne en el culo del señorito. Braulio observaba la candente escena y el sudor se apoderaba de su frente por lo que sintiendo la erección en su entrepierna decidió ...
    ... liberar a su verga y con su mano comenzó a masturbarse. Paf, paf, paf era el sonido que se escuchaba cada que Bruno arremetía contra el trasero del rubio que se aferraba a las sábanas sabiendo que no podía huir de su violador. Ricardo: más despacio ah ah ah. Bruno: me encanta que tu culo sea tan estrecho, me produces mucho placer. Braulio agitaba su verga con cada embestida que su hermano le daba al joven rubio, en su interior deseaba ser él quien poseyera a ese chico delicado que Bruno tenía solo para disfrute personal. Ricardo casi a punto de desfallecer por el placer: ya no ah ah ah ya no aguanto más. Bruno le dijo al oído: córrete que yo estoy a punto de preñarte. Ricardo mordió la almohada al sentir que la verga de Bruno estaba más hinchada a punto de explotar en su interior y él no pudo evitar pensar en Juancho, el chico que lo amaba sinceramente, pero ahora más que nunca él le pertenecía a quien salvajemente lo poseía. Y como si de un semental se tratara, Bruno gruñó inyectando su simiente en el culo de la yegua a la cual había domado y marcado. Ricardo sentía ese líquido inundar sus entrañas sabiendo que restos se quedarían para siempre en su cuerpo. Y mientras Bruno se deslechaba dentro del señorito, Braulio también eyaculaba manchando su mano de sus propios fluídos y agitado veía a su hermano mayor resoplar en el oído de su amante, por lo que decidió regresar a su habitación con su alma llena de envidia. En la cama, Bruno seguía dentro de Ricardo mientras su verga ...
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