Amor hereditario -1
Fecha: 21/03/2020,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos
... algún animal en celo y uno de sus vellos púbicos. Esa fragancia aparte de la persona a quien le des la pócima excitará a alguien que te ame en secreto y podrás hacer tu esclava sexual a alguien que te odie. Si fue un simple sueño o no, no perdía nada con intentar.
Me hice una paja pensando en mi mamá, lo puse en un frasco y pensé en hacer un ponche con los ingredientes antes dicho y esperar a que mi mamá lo tome.
Para la loción fui a la casa de una amiga que tiene gatitas, por suerte una de ellas aún no estaba esterilizada e iba a entrar en celo en los próximos días. Pero también conseguí la saliva de la perrita del trabajo, la cual estaba alunada. Los vellos púbicos fueron lo más difícil. Por suerte mi madre se seca con una toalla aparte para sus partes privadas. Lo único que tendría que hacer era cogerla antes que la meta en la lavadora.
Apenas salió de la ducha me ofrecí a llevarle su ropa sucia, no sólo la toalla sino también sus pantaletas.
En dos días más la gata entró en celo. Junté la saliva de ambos animales para la loción e hice el ponche con los ingredientes. Se lo di de beber mientras veíamos televisión y esperé. Nada. Me ofrecí a darle a mi mamá un relajante masaje, lo cual no es fuera de lo común entre ambos. Pero me dijo que estaba muy cansada y sólo quería dormir.
Me sentí defraudado. Luego se me ocurrió ir a su cuarto, abrí la puerta despacio y lo que vi me dejó estupefacto: Mi madre había metido dos dedos en su coño y con la otra mano se había ...
... puesto la almohada en la boca para no hacer ruido. Me acerqué sigilosamente y vi su coño mojado. Me excité mucho y empecé a besar sus pies -era lo que tenía más a mi alcance- subí mi lengua a sus tobillos. Seguí subiendo con mi boca y fue ahí donde recobró el pudor. Trató de taparse sus partes y me dijo que me detuviese pero no lo hice. Seguí tocándola suavemente y besándola desenfrenadamente por todas partes. Con sus labios suplicaba que me detuviera pero su cuerpo decía lo contrario.
Le dije:
—vengo a darte placer
Le besé los senos, mientras que con mis manos le acariciaba su mojada vulva, su clítoris se inflamaba y empezaba a chorrear gran cantidad de flujos. Ya la había vuelto loca, ya casi era mía. Mis labios besaron los suyos y con mi lengua traté de darle un beso francés. Por su recato carecía de experiencia. Por lo que me decidí a besar su cuello y continué bajando por sus hombros, senos, estómago pelvis, su peluda concha, sus piernas, lamí sus labios vaginales y al llegar a su clítoris ya estaba a punto de explotar, caliente, muy mojada, de sabor salado y dulce a la vez.
—“Sí, hijo, así.” “Arturito dame más, por favor”.
Mientras tanto con mis manos me quitaba el pantalón dejando mi polla afuera. Sin dejar de besarla subí hasta su cuello mientras con mis manos le sobaba la concha y le abría las piernas.
Al ver mi polla gritó:
—¡No! ¡Eso no podemos hacerlo!
—Mamá... te deseo tanto. Te quiero follar...ya...ahora...aquí mismo.
Sobé sus piernas ...