Mi club de calenturientas - Relatos Eróticos

Mi club de calenturientas

... adentro y voltea a la puerta, estaban todas sus amigas, viéndonos. Se acerco karla y le dio un beso apasionado a Paola, compartiendo mi semen entre la dos. Cuando terminaron, otra de sus amigas se me acerco y me entregó mis pantalones recién lavados y planchados. Cuando se separaron, Karla me volvió a ver y me pregunto al oído,

-Cuando me tocará a mi?

-Cuando te portes bien, -Le dije- desde cuando están todas viendo?

-Desde que le dijiste a Paola que todas seriamos tuyas.

-Y que piensas de eso Karla,- recordando que por la excitación solo había visto a Karla masturbarse y le pregunte a lo que respondió con la cara mas lujuriosa que pudo.

-Claro, todas vamos a ser tus perras, cuando y como quieras.

En ese momento supe que tendría mi harem de zorras para mi mismo y aparte un lugar para nosotros donde cogérmelas.

Nos levantamos, le ayude a Paola a levantarse, le acerque su falda y me pidio sus calzones,

-Amor, me das mis calzones, nos tenemos que ir, las clases van a continuar.

-No te los daré, es mi recuerdo de tu primera vez,-oliendo su calzon al mismo tiempo que la miraba

-Pero con el semen ...

... que me metiste, se me van a estar escurriendo todo el día,

-Lo siento, así son mis reglas, además deberás a aprender a apretar tu raja para que no salga nada si te quiero sin calzones todo el día-le dije- quieres ser la primera dama en mi harem, tendrás que hacer lo que yo quiera- volteando a ver a las demás,- las que quieran seguir van a seguir mis reglas, esta bien?-les pregunte viéndolas a todas

-Esta bien, - contestaron con las caras sonrojadas.

Asintiendo hacia el grupo, voltee a ver a Paola y Karla, les di un beso a las dos y en seguida les dije a las otras que se acercaran, tome un poco de semen que le brotaba a Paola desde su raja y se los día probar a cada una, dos hicieron gestos viendo a Paola, las demás se devoraban mi dedo como pensando en mi pene.

-Esto es un pacto, nada sale de este grupo, no pueden contar nada a nadie, sin mi consentimiento.

Todas asintieron y nos retiramos.

Toda la tarde vi como Paola trato de contener el semen que había quedado en su raja, fue al baño en un par de ocasiones y se calmo.

Después de ese día, la escuela no fue la misma para mi club de calenturientas...