Divirtiéndome con los amigos de mi esposo (Doce) - Relatos Eróticos

Divirtiéndome con los amigos de mi esposo (Doce)

... metérmele en ella. Yo pues si no se han dado cuenta estaba desnuda, no me puse nada para bajar a comer. Me encanta andar en mi casa así. David termino de servir y nos sentamos a disfrutar del banquete charlamos y luego pasamos a la sala a tomarnos un cafecito. Y al rato yo ya tenía ganas de continuar con la diversión, le pedí el favor a David de que nos trajera unas cervezas. Me senté entre los dos y levante mi pierna colocándola encima de la de Jorge y besándolo en la boca le desapunte la bata, mis manos derecha agarro su verga ya en erección para masturbársela, mientras Alfredo acariciaba mi trasero. Las cervezas llegaron y mordiéndome los labios le masturbaba mostrándole a David quien al verme se sonrió y con su mano me hiso el visto bueno se retiró a seguir en su estudio tenía que terminar unos planos hoy, porque al otro día íbamos a ir a ver unos lotes a un pueblo que queda lejos de Bogotá. Dejándonos solos para disfrutar de sus dos amigos, los que me hicieron pasar un resto de tarde delicioso.

Alfredo se quitó la bata yo me baje del sillón y arrodillada en frente de ellos les mamaba la verga.

–humm que ricas ...

... están.

Se las lambia recorriendo sus troncos disfrutando su carnosidad, cosa de 20 minutos, luego me senté encima de Alfredo y metiéndome su verga por mi cuquita me lo folle por 20 minutos y luego fue con Jorge. Que seguí disfrutando de sensaciones excitantes. A la vez que se la mamaba a Alfredo cambiamos y me coloque de perrita dejando que Alfredo me penetrara la cuquita y a Jorge enfrente mío se sentó y así pude mamarle la verga. Una rica y doble penetración de dos hombres espectaculares, me hicieron venir varias veces. Y al rato volvimos a practicar una doble penetración esta vez Jorge se sentó, yo me metí su verga por mi cuquita y a Alfredo por el trasero. Exquisito ambos follándome me llevaron al paraíso, mis gritos de placer se escuchaban por toda la casa a la vez que les pedía más y más y más, hasta el cansancio. Fueron casi 30 minutos de delicioso momento que disfrute plenamente, terminando los tres en un orgasmo conjunto ya que ambos se me vinieron dentro de mí. Terminamos besándonos y nos quedamos un rato en la sala tomándonos otra cerveza. Hasta que ya tenían que marcharse se subieron a vestir.

CONTINUARÁ