1. UNA FAMILIA ATIPICA


    Fecha: 04/04/2020, Categorías: Incesto Autor: PEDROVL, Fuente: SexoSinTabues

    ... decir. -No, esta concha es mía. Soy el hombre de esta casa y me la vas a dar. - Le dije con firmeza, mientras le separe más sus piernas y le chupaba su concha. Lamí cada rinconcito de ella, su botoncito, sus labios íntimos, los cuales estaban cerraditos. Metí la lengua en su cueva, hasta dentro donde pude llegar. Sus gemidos iban en aumento, me jalaba los cabellos con fuerza contra ella hasta que le exploto su primer orgasmo. Agitó con fuerza sus caderas una y otra vez. Luego subí despacio, besando su vientre, sus pechos, su cuello…su boca que poco a poco respondía a mis besos. Me abrazo mientras con mi mano derecha agarraba mi verga y la centraba en la entrada de su vagina. Estaba ella empapada, le presione la cabeza y se la talle, Betty solo gimió. Se la centre y di un fuerte empujón, estaba bien cerradita, entonces di otro con más fuerza y entro la mitad. Di otro y termino de entrar toda, sentí como llegaba al fondo de su útero, mientras ella clavaba sus dientes en mi hombro para no gritar. Me quede quieto por un rato para que se acostumbrara, luego comencé a bombearla despacio, su dolor se fue convirtiendo en gemidos y jadeos de placer. Fui arreciando los bombeos con más y más fuerza, sentía riquísimo como apretaba su vagina. -Que rica estas Betty. Que rica esta tu concha y es mía. Todos los culos y conchas vírgenes de esta casa son mías. - Le dije entre bufadas, hasta que me vine dentro de ella, pero no paraba de bombearla, seguía y seguía, hasta que sentimos como ...
    ... chorreaba fuera de ella. Entonces me quede quieto. Me Salí de ella y me recosté a su lado. Betty se recostó sobre su lado izquierdo, dándome la espalda y en silencio. Entonces la abrace, mi verga que aún no perdía la dureza se acomodó entre sus nalgas. Le seguí acariciando sus pechos, aún estaba excitado, entonces la empuje y acomode boca abajo, me acomode sobre ella, separándole las piernas. -Espera ¿Qué me vas a hacer?- Preguntaba entre sollozos. -Coger tu culo, este culo que es mío. - Le dije mientras me agarraba la verga y se la centraba en la entrada. -No, espérate, no. - Replicaba, mas no le hice caso, me recosté sobre ella y se la fui empujando, estaba más apretado que su concha. Eso me excito aún más. Poco a poco se la fui metiendo mientras Betty hundía la cara sobre la almohada. Cuando por fin sentí que estaba toda mi verga dentro de su culo. -Me duele, me duele. Sácamela. - Me decía entre sollozos, mas no le hice caso. Cuando dejó de lloriquear, comencé a bombearla, poco a poco sus quejidos de dolor se convirtieron en gemidos de placer. La bombeaba despacio al principio, hasta que los chasquidos se oían más y más fuertes donde la bombeaba, donde se oía como entraba y salía mi verga del culo de Betty. No sé cuánto tiempo paso hasta que me vine por segunda vez, solo que ahora dentro de su culo rico y apretado. Cuando sentí que salió hasta la última gota de mi leche, me levante y se la saque despacio, me recosté a su lado. La agitación de ambos se oía en todo el cuarto. ...
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