1. Me enamoré de una prosti (parte 2)


    Fecha: 05/04/2020, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... dolía que se la cogiesen otros. Estaba en esas cavilaciones cuando golpean la puerta y asustada se levantó abriéndole la puerta a su primita mayor, yo estaba desnudo con una tremenda erección mientras la niña entraba cabizbaja trayendo unas toallas y bebidas. Martita advirtió mi vergüenza sentándose encima de mi erección para taparla, pero se sentó tan bien que se ensartó mi barra en la vagina lanzando un fuerte suspiro [ prueba de símbolos & — … ] Mientras acomodaba las cosas, Ángeles preguntaba si necesitábamos algo más, mis ojos estaban petrificados mirándole los pezoncitos que parecían endurecerse bajo la blusa. Tímidamente le pidió permiso para darle un besito al bebé en gestación y se doblaba sobre la cama para besarle la panza. La situación era muy extraña mientras sus ojitos se focalizaban en mi pedazo no enterrado en la puchita de su prima, quise evitar que viese esas cosas de mayores agarrándole la manita mientras le explicaba que en algunos meses habría una criatura nueva en la casa, ahora por su escote podía apreciar que no usaba soutien y sus incipientes tetitas estaban al aire libre. Esta vez dejé volar mi imaginación perversa deseando chuparle esos pechitos. Tal vez no se daba cuenta que estábamos haciendo el amor desnudos o le era natural que le acaricien los dedos, la cuestión es que se sentó en la cama sin soltarse de la mano mientras movía sutilmente las piernas. Parecía que adrede me estaba mostrando su bombachita haciendo que mi monstruo palpitase ...
    ... dentro de Marta. Ella decía bajito que era un pícaro al deleitarme viendo a una niña, pero su primita no me acusaría y ella tampoco. Estaba a punto de acabar dentro de Martita por tanta excitación, al preguntarle si me permitía darle un besito quedó dudando pero la mirada de su prima indicaba que procediese con el pedido. Acercando la carita tímidamente me ofreció su boquita, apenas besar sus dulces labiecitos largué un torrente de leche dentro de la embarazada. Quedé resollando mientras le pedía disculpas a Ángeles por el espectáculo reciente, le decía que una nena tan dulce se merecía un beso con todo el amor del mundo y no en un momento como el actual. Entre risitas decía que alguna otra vez estaríamos tranquilos en la sala de espera. La chiquita salió de la habitación mientras Marta se levantaba limpiándome el gusano todo baboso muriendo en triste agonía. Pensé que debería tomar las pastillitas azules para cojerme debidamente a esta hembra, la odiaba y la amaba simultáneamente, creo que me odiaba a mí mismo por haber permitido que una prosti me rompiese el corazón. Me recordó el tema de la computadora dirigiéndonos a la casa particular en el fondo, era muy acogedora no pudiendo relacionarla con las actividades del local. La señora me preparó un sandwich adivinando que estaría hambriento luego del polvazo y mostrándome la máquina descompuesta. Al instante de sentarme apareció Ángeles a mis espaldas agarrándome del cuello mientras la hermanita me movía el mouse para no dejarme ...
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