Cita digital
Fecha: 07/04/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: johnsmith2347, Fuente: CuentoRelatos
La vi sentada a lo lejos.
Su tez era de color morena clara con facciones finas, cabello largo de color negro. Su nariz era pequeña pero respingada y sus labios delgados de un tono rosa.
Me acerque a ella y le pregunte:
- ¿Natalia?
- ¿Roberto? - me dijo
- Si! Hola, ¿cómo estás?
- Muy bien ¿y tú? - Me preguntó sonriendo
- Muy bien, muy contento de conocerte.
- ¿Quieres tomar algo?
- Sí, claro - me respondió
- Eres aún más guapa en persona que en la app
- Gracias!
Mientras caminábamos por la plaza, se nos veía visiblemente emocionados. Natalia no dejaba de sonreírme ni de verme. Era evidente que le había gustado.
Compramos un refresco y nos sentamos a platicar un rato. Al pasar una hora, ella ya sabía la mitad de mi vida y yo la de ella. Finalmente, le pregunte de forma muy casual para sondear el terreno:
- Dime Natalia, ¿Que estás buscando en este momento? ¿Compromiso o diversión?
Ella sonrió un poco, tomó su cabello y se lo acomodó detrás de la oreja de forma muy coqueta.
- Mmmm - se quedó pensativa un momento. Le había hecho una pregunta que la obligaría a tomar una decisión.
Natalia sabía que su respuesta podría marcar el camino que tomaríamos el resto del día. Ella comenzó a reírse al tiempo que se sonrojaba.
- Ay, mmm, creo que en este momento solo quiero pasarla bien, no me gusta el melodrama.
Eso era lo que necesitaba escuchar para dar mi siguiente paso.
- ¿Te parece bien si vamos a un lugar más ...
... privado?
- Mmmm... ¿Privado?
- Si, podemos ir a cualquier lugar en donde te sientas cómoda
- Eh, ¿pero sería mucho tiempo el que estaríamos ahí? No puedo llegar tarde a mi casa.
- No, no creo. Solo estaremos el tiempo que tú quieras. -Le dije un poco nervioso.
- Mmmm... pero si traes con que ¿verdad? ¿De buena marca? -Me preguntaba mientras volteaba a ver su entorno un tanto preocupada.
- Claro que si - le respondí.
- Ay, mmmmm... bueno, está bien -Me respondió como dándome entender que si íbamos era porque yo insistía, no porque ella quisiera.
Nos levantamos y rentamos un cuarto cerca de ahí. Mientras caminábamos no platicamos mucho, íbamos en silencio. La cuestión se estaba empezando a poner seria.
Al entrar nos sentamos en la cama y nos acercamos. Comenzamos a besarnos. De inmediato percibí un agradable aroma a menta que emanaba de su boca.
- ¿En qué pensabas mientras veníamos caminando hacia aquí?
- En que estas muy guapo y que lo único que quiero es que me comas enterita.
Poco después comencé a besarle el cuello y a acariciarle las piernas. Ella me respondía de la misma forma... finalmente se había relajado por completo. Comencé a desabrocharle la blusa. Su sostén de color negro me invitó a acariciarle uno de sus pechos.
- ¿Te confieso algo Roberto?
- Si
- No traigo puesto nada debajo de la falda
- ¿En serio? -Pregunté un poco sorprendido
- Si, en serio, me siento un poco más cómoda sin ella
- Que bien respondí
- ¿Sabes? Te ...