1. Tres a uno, final


    Fecha: 08/04/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando Ariel me preguntó si me bancaba dos vergas más en mi culito, debo confesar que me asusté e intenté negarme, pero comprendí que eso no sería posible. Leandro y Carlos (su amigo), ya se empezaban a tocar sus bultos y se acercaban lentamente. Yo dije un tímido: no, es que... Pero Ariel me giró rápidamente y me puso su verga en la boca mientras me ordenaba que se la limpiara bien. Yo así lo hice y para cuando terminé con la tarea encomendada, Leandro y Carlos ya se habían desnudado, me levantaron y me llevaron hasta el sofá. Ariel por su parte, se dejó caer sobre el sillón en donde me había cogido y se dispuso a mirar lo que su hermano y el amigo me harían, como si se tratara de una película porno, pero en vivo.
    
    Leandro: Ari ¿la chupa bien?
    
    Ariel: de maravilla
    
    Entonces Carlos dijo: dale putita, mostrános cómo te chupás estas dos vergas... de rodillas! Se sentaron los dos en el sofá y yo me coloqué de rodillas frente a ellos y observé que eran más grandes que la de Ariel, los miré a los ojos y ellos me miraban con sus ojos brillantes por su calentura, expectantes. Entonces las tomé una en cada mano y me incliné sobre la de Carlos y lamí su cabeza. Era grande y gorda y brillaba. Me la metí en la boca y comencé a subir y a bajar lentamente para saborearla bien mientras la seguía sosteniendo con mi mano desde la base hasta que quedara del todo erecta y al mismo tiempo, con la otra mano masturbaba a Leandro que se reía y comentaba:¡mirá cómo se la come toda, si será ...
    ... puta!
    
    Después pasé a la de Leandro que también era gorda pero de cabeza más puntiaguda y repetí la operación a la vez que pajeaba a Carlos.
    
    Los tres reían, comentaban cosas sobre mí y se alentaban entre ellos para ver quién me daba más duro.
    
    Estuve así mamando aquellas dos vergas hermosas un buen tiempo hasta que sentí los dedos de Leandro abriendo mis nalgas y diciendo: ¡qué bien, ni un sólo pelito y bien rosadito! y me metió un dedo y lo giró adentro y dijo: jaja, me baila el dedo aquí adentro. Entonces metió otro y enseguida un tercero.
    
    Yo gemí y el comenzó a girarlos y a meterlos y sacarlos de mi culo: ah, putita qué lindo culo para coger que tenés Y sacó sus dedos. Inmediatamente sentí su verga entrando en mi culo bien lentamente.
    
    Yo por instinto, apreté su verga con las paredes de mi recto y el suspiró de placer mientras Ariel y Carlos lo alentaban a que me diera bien duro: ¡dale más, dale más que a la perra le encanta que la dominen, hacéle sentir quién es el que manda!
    
    Y Leandro entonces empujó más y llegó hasta el fondo, sentí su pelvis pegada a mí y me dijo: ahora vas a ver putita. Comenzó a moverse un poco lento al principio para ir tomando cada vez más ritmo.
    
    A mí me dolió más que con Ariel y dejé de chuparle la verga a Carlos que aprovechó para pasearla por toda mi cara tal como lo había hecho Ariel anteriormente.
    
    Leandro me estaba dando duro y me había cruzado mis brazos sobre mi espalda y me los sujetaba como para dejarme más indefenso ...
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