1. La joven del ascensor


    Fecha: 09/04/2020, Categorías: Voyerismo Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... dispuse a penetrarla. Su coñito era muy estrecho y solo pude meterle el glande.
    
    -Ah, me duele.
    
    -Tranquila no pasa nada. Empecé a bombear despacito. Nadie había aún llamado al ascensor. Solo podía moverme un poco, mi pene no entraba más.
    
    -Me duele señor, pare ya.
    
    Su respiración era trabajosa. Me daba cuenta de que aunque le dolía, estaba disfrutando.
    
    -Aaaah, aaaah. Gemía.
    
    La cogí a pulso y mi pene entró un poco más rompiendo su himen.
    
    -Aaaagh dueleee, señor, duele….
    
    -Tranquila ya casi he terminado. Di unos empujones más y me corrí entre espasmos.
    
    La sangre chorreaba por sus piernas junto con la humedad de su chochito. Tuve que esforzarme para limpiar bien el suelo con varios clinex.
    
    -¿Qué te ha parecido?
    
    -No sé señor. ¿Esto es el sexo?
    
    -Sí, esto es. Lo que pasa es que ha sido tu primera vez y te ha dolido al romperse tu himen.
    
    -Noté un poco de gusto antes de que Ud.…
    
    -Me fuera. Si, un pequeño orgasmo. La próxima vez disfrutarás todo el rato. ¿Quieres que la próxima ...
    ... vez…?
    
    -Que otra vez ponga su cosa en mi…?
    
    -Si. Haz una cosa. Mañana te masturbas en tu casa. Veras lo que se siente y entonces te darás cuenta que cuando lo hagamos ya no te dolerá, lo pasaras muy bien.
    
    -Bueno. Se me quedo mirando pensativa. Es Ud. buena gente. Creo que sí. Nos vemos mañana y Ud. me…
    
    -Te hago el amor. Sí, no te preocupes. Lo haré con cariño y así gozarás. Así cuando tengas novio no serás una novata.
    
    Al día siguiente quedamos en el portal.
    
    -¿Qué tal ayer?
    
    -Bien, me masturbé como Ud. me dijo y me dio mucho gusto.
    
    -¿Ves lo que decía? Ahora podremos hacerlo sin miedo a que te duela. Subimos al último piso y la desnudé en el hueco de la escalera, en el último piso, como os dije, no había nadie por allí.
    
    -Con cuidado señor, me dijo.
    
    -Sí, Elena ya lo verás. La penetré lentamente con mucho cariño y mientras lo hacíamos ella me dijo:
    
    -Me gusta mucho señor esta vez no duele nada.
    
    -Ves te lo dije. Ella gemía, gemía y después de un rato de follar, acabamos corriéndonos los dos a la vez. 
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