1. Primitas putitas


    Fecha: 26/09/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi cola, Marcos la calzó sin miramientos en mi conchita al tiempo que ella le lamía el orto diciéndole: ¡cogete a mi primita putito, te gusta que las putas te chupen el culo cochinito no?!
    
    Sentir el bombeo desenfrenado de esas pijas rellenando mis canales me hacía gemir como a una guachita siendo violada en un matorral, y Caro me tapaba la boca con su bombacha o el calzoncillo de alguno de ellos.
    
    Pronto ella se dejaba perforar la cola por Esteban mientras David y Marcos se ponían de acuerdo en cómo me lo seguirían rompiendo. No hubo mucho debate. Enseguida me hicieron arrodillar en el sillón, abrazada al respaldo y comenzaron a pajearse entre mis glúteos, mientras Caro se arrastraba por toda la alfombra, cada vez más enculada pero sin chistar. Cuando la pija de Esteban me atravesó, Marcos me lamió la oreja diciéndome: ¡te vas a comer las dos pijas por la colita putona!
    
    Y entonces, de repente, la fuerza de dos machos enfurecidos me hicieron doler, gozar, lloriquear, morder almohadones, hacerme pichí, putear y pedirles más y más pija. Sentía que cuando todo pasara no podría ni sentarme. Pero los volcanes de mi sangre deliraban con esos pitos duros, recios, lechosos y movedizos bien adentro de mi cola de nena.
    
    Pero pronto Caro les pidió: ¡sientense con la nena a upa, y no se la saquen que ahora David se la va a coger por la concha!
    
    Ninguna de esas tres vergas tuvieron piedad de mi cuerpo como brazas de calentura. Me ...
    ... penetraron como con odio y repudio, entre agudos arañazos y mordidas a mis pezones, nalgadas y tirones de pelo, gemidos y todas las obscenidades que fluían de sus bocas, mientras yo creía que perdería la voz de tanto jadear, y Caro intentaba callarme con sus tetas o su lengua.
    
    ¡dale guacha, te voy a dejar el culo todo enlechadito, cogé así, qué conchita rica tenés trolita, y tu prima te calienta mucho no?!, era parte de lo registrado por mis oídos, cuando la leche de David me inundaba la vagina, y los otros sin el peso de su amigo ahora me sacudían más fácil y rápido, y Caro le limpiaba la pija con la boca a David que no despegaba sus ojos de mis gomas.
    
    Tan pronto como pudo Marcos salió de abajo mío para darme su trozo con sabores mezclados en la boca, y no demoró en soltar una catarata de lechita que sabía a alcohol, a la vez que el otro aullaba dejando sus pétalos seminales bien adentro de mi culo.
    
    Caro me puso la bombacha y me arrodilló en el sillón para que se las mame a los tres, y yo solita me hice cargo de hacerlos acabar en mi boquita, sin parar de tomar y fumar.
    
    Recuerdo que esa mañana amanecí hecha un asco en la cama. No sé cómo ni quién me trajo. En la noche, de pronto Caro desapareció. Cuando volvimos a vernos me dijo que los pibes no le pagaron, y yo no se lo creí.
    
    Desde entonces, y sumado a que me estaban empezando a pasar cosas con ella preferí tomar distancia. Ahora me regalo como quiero y sin sus reproches.
    
    Fin 
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