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Mi esposa y el jardinero
Fecha: 13/04/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hubo un conato de incendio en el edificio donde tengo las oficinas de mi compañia y volví a cas muy temprano. Al entrar a casa vi la puerta del jardín abierta y me asomé, allí oí los gemidos de placer más intensos que había escuchado en mi mida, al observar vi a mi bella y rubia esposa tirando lujuriosamente con nuestro jardinero, un negro costeño muy fuerte, alto, y rustico. Ví como el inmenso pene de ese negro se perdía entre los rosados labios vaginales de mi mujer, y tuve una erección intensa. Era una escena bella ver a Miranda moverse lujuriosamente con aquel hombre que se la cogía con lujuria. Decidí subir y al ir a mi estudio, de donde podía observar lo que ocurría en el jardín, escuché otros gemidos. Me asomé en la habitación de mi hija y allí, en su cama, cabalgaba lujuriosamente con otro negro, al acercarse a su orgasmo gritaba: Preñame amor, preñame, hasme tu hembra para siempre. Mi hija Sandra y aquel hombre acabaron juntos gritando y gimiendo ruidosa y lujuriosamente de placer. Vi algo de sangre en la sábana de la cama e intuí que mi hija acababa de ser desflorada por aquel hombre, pues solo tenía 16 años. Cuando pasaba frente a la habitación de mi hijo Santiago, lo vi apoyado en la pared mientras otro hombre de color se lo gozaba a placer, ambos gemían de gozo y se besaban con deseo. Oí a mi esposa subir y hablarle a mi hija diciendole: Vamos a salir. Al ir os 4 a la habitación de mi hijo todos entraron y oí que le decían: Santiago gozatelo, así amor muévete, oí unos gemidos ruidosos y comprendí que ambos acababan. Mi esposa me llamó por teléfono y me dijo: Amor, voy a salir con los niños, llegaremos de noche. Al irse espié las computadoras de mis hijos y allí encontré algunas fotos eróticas de mi mujer y mi hijo con sus amantes negros. Instalé en casa escondidas varias cámaras de TV y ahora soy testigo de lo que ellos hacen allí
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