1. Los tres platos


    Fecha: 14/04/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... “pink”. Una blusita de color azul tierno donde se marcaban sus tremendos melones con un sostén de color negro. Se le ocurrió algo a Diana y me pide que me la folle en el patio. Solamente me recuerdo de una chica de nombre Micaela quien fue mi vecina, quien al cumplir sus 20 años, me la follé en el patio trasero de la casa. El jardín es grande y como sé que mi hermana Kashira anda por Estambul, pues me la cogí en pleno patio.
    
    Diana es multi orgásmica y da unos alaridos y gemidos cuando acaba. Promedio, cada orgasmo o multi orgasmos, como ella los describe, le sobrepasan el minuto de placer. En los asientos reclinables de la piscina, ahí le baje su pequeña tanga y pasamos follando bajo el sol por una hora. Como dije, Diana es adicta al sexo anal, aunque algunas veces ella lo combina con algún consolador en su panocha o me pide que le masturbe el clítoris si la posición lo permite. Le dejé ir dos descargas más y ella debió tener al menos seis orgasmos que la hicieron aullar más que los perros cuando oyen a la sirena de los vehículos de seguridad.
    
    Ya bien servida, Diana se despidió a eso de las 3:30 p.m. pues su marido llega a las cinco de trabajar. Te todas las que me cojo y que están casadas, Diana es la única que no tiene hijos, no quiere tener hijos y es una de las más jóvenes de este club de infieles con la edad de 31. Para un hombre de 50 años como yo, una chica de esa edad, a uno le parece una mozuela todavía y Diana es de esas niñas bonitas con cara de ...
    ... inocentes.
    
    Después de esa actividad sexual, donde en cuestión de horas tuve sexo con tres diferentes mujeres y donde en el recuerdo de las palabras de Sheri, como ella lo dijo: Los tres platos. Con una sonrisa pienso ir a buscar mi cama y dar una siesta, cuando el celular vuelve a sonar. Es Johan, mi vecina rusa, quien me hace la pregunta que si Diana le ha dejado verga a ella. Fue entonces que imaginé que alguien más nos pudo haber visto follando en la piscina. Según Johan, lo vio todo: Desde que Diana me daba una mamada en la verga, que yo le metía mi lengua en su culo, hasta ver las muecas de placer cuando Diana explotaba en sus potentes orgasmos. Lo vio todo y me dijo: Es como ver una película porno en vivo, lo único que por la distancia de mi casa, el sonido dejó mucho que desear. – y se reía.
    
    Le dije que viniera, que tenía para darle verga a ella también. Me pidió retener la oferta para otro día, pues al igual que Lorena, estaba en esos días de su periodo menstrual. Se despidió con un beso y me dijo lo siguiente: Tony, quiero que me folles en el río. – y colgó.
    
    Adyacente a mi patio trasero, tengo como barrera natural un río de buen tamaño. De vez en cuando salgo a caminar por ahí con mi perro y en una ocasión sorprendí a una pareja de jóvenes cogiendo ahí. La situación se puso algo penosa, pues aunque no estaban completamente desnudos, a la chica se le hizo más difícil subirse su pantalón ajustado de mezclilla. Yo quise ignorarlos, pues yo pasé por esa edad y a mis 50 ...