1. Vida real 01. Mi amor por la verga


    Fecha: 14/04/2020, Categorías: Transexuales Autor: Peluche2003, Fuente: SexoSinTabues

    ... poco. Finalmente ese poco fue 40 minutos en los que me pasee por galerías de tiendas y calles achicharradas por un implacable sol veraniego. Finalmente me dio la venia para subir a su encuentro y eso hice. Al llegar me llevé una decepción. Me esperaba una chica de piel blanca, peluca morena, aproximadamente de 1,70 de altura, exageradamente maquillada y vistiendo un sostén y un colalés rojos. Lo primero que me decepcionó fue el echo de que usara una peluca de muy mala calidad, pues destrozaba toda la fantasía. Eso sumado al par de pelotas de goma que tenía dentro de su sostén a modo de pechos. Ni siquiera un explante, si no que un simple par de pelotas y, eso unido a que estaba mal rasurada… Pensé en irme en ese momento y mandar todo a la punta del cerro pero justo cuando ya estaba decidido pasó lo impensado. Su colalés, hasta ese momento normal comenzó a sufrir una deformación. Primero imperceptible pero luego, cada vez más y más rápido se alzó empujado desde dentro por algo evidentemente duro y turgente. Finalmente ese algo terminó de liberarse de tan exiguo trozo de tela y ahí, ante mi tenía mi primer pene erecto en vivo y en directo, erecto por mi, erecto para mi. Y desde ese momento todo cambió. Me pareció hermosa, sensual en su postura de manos en las caderas, piernas ligeramente separadas, barbilla alzada y una erección que se liberaba por el costado izquierdo de su colalés y apuntaba al techo de forma orgullosa. Me sonrió y, caminando hasta pegarse a mi me dijo: ...
    ... -¿Quieres venir con migo?- A lo que sin esperar respuesta me dio, sin mentir, el mejor beso que nadie me ha dado jamas. No me había fijado antes pero tenía los labios carnosos y su boca era generosa, tal y como me gustan a mi y, en ese momento esa boquita deliciosa se unió a mis labios en un extremadamente lujurioso beso. Aún hoy no puedo describirlo, solo decir que fue una fusión de carne, lenguas, dientes, saliva y ansiedad que parecía devorar la tierra, quitar el sustento de bajo mis pies, hacer que el aire que nos rodeaba se drenaba de la habitación y que hasta mis restantes sentidos se anulaban quedando solo el gusto y el tacto de mi boca, de mi lengua, de mis dientes siendo absorbidos y deleitados por esa ventosa de placer que inflamó mi sangre. Sin darme ni cuenta la tenía entre mis brazos, mis manos acariciando sus hombros, omóplatos, región lumbar y nalgas con frenesí, con deseo. Ella se separó de mi y diciendo: -Vamos mi niño. - Se giró apretando sus nalgas contra mi ingle y, sosteniendo mi mano izquierda contra su cadera comenzó a guiarme hacia la habitación. Mientras de esta guisa me guiaba dijo con su ya adorable voz, que graciosamente aunque me devane los sesos no logro recordar: -¿Quieres tocarme aquí?- Y con su diestra colocó mi mano derecha que la rodeaba sobre su vello mástil. Su voz no la recuerdo como ya he mencionado, pero ese momento jamás lo olvidaré, el momento en que sujeté por primera vez en mi vida un pene distinto al mío. Fue mágico, revelador, un ...
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