Nuestra Primera vez (parte 2 de 2) - Relatos Eróticos

Nuestra Primera vez (parte 2 de 2)

... estaba muy mojada. Le hice señas de que acercara su oído, así le susurraba mi plan: “Sabes que ahora no te me escapabas, te voy a romper la conchita, no? Te tengo que desvirgar”. No alcanzo a responder, por que escuchamos a mi madre salir del baño. Se tapo la humedad en su entrepierna con el mismo largo de la camiseta que estaba usando, y para cuando apareció su abuela, le hizo una pregunta de no recuerdo que, para disimular. Yo hice lo propio mientras veía el estreno de Iron Fist, en Netflix. Luego, al irse, y oculta ante la vista de mi madre, Jazmín me miro, me sonrió, me arrojo un besito, y me asintió con la cabeza. Yo me perdí por un momento, pero luego me di cuenta de que estaba asintiendo a lo que le dije de desvirgarla. Mis emociones estaban al límite. Hacia esfuerzos sobrehumanos para no pensar en lo que haríamos con mi sobrinita, porque mis pensamientos me llevaban a calentarme y que se me notara el bulto en el pantalón. Luego me entere de que ella tenía problemas similares, al punto de que empezó a usar una toallita femenina para no mojar su ropa. Ella no tenia limites, claro. Luego me enteraría que en más de una ocasión, casi tiene un orgasmo de solo pensar en cómo iba a ser su primera vez conmigo. Los días iban normal, y cada uno por su lado, iba viendo en qué momento podríamos hacerlo. Los días comenzaron a estar mas fríos por estos lados, y no podíamos ir a cualquier lugar. Ya sea en mi casa o en su casa, siempre había algo de gente yendo y viniendo. ...

... Finalmente, llego el sábado, en donde mi madre, fue a cuidar a mi abuela, y por su lado, mi sobrino Manuel se fue a un asado con mi hermano. Así que tanto en mi casa, como en la de ella, quedamos solos. Nos costó decidir en cual casa hacerlo. Optamos por la mía, ya que tenía toda la noche libre. Nos fuimos a mi habitación, y allí ella se arrojo de un salto a mis brazos que casi nos tira al suelo. Comenzó a besarme desesperadamente mientras agarraba con fuerza mi bulto que me pedía salir del pantalón. La calme… y le dije: “Mejor planeemos un poco esto. Primero, nos desnudamos, así quedamos libres de ropa, lista?” “si, apúrate que no puedo más de los nervios y las ganas” “tranquila… mira que te va a doler pero también te va a gustar mucho. ” Mientras ella se quitaba la ropa a toda prisa, yo hacia lo mismo. Varias cosas pasaban por mi cabeza. Por un lado, me di cuenta de que con su juventud y energía, mi sobrinita, aunque virgen, tierna e inocente aun, me iba a dejar seco y exhausto. Por el otro, pensaba que si se la metía de lleno, no iba a poder probar el sabor de su conchita virgen. Y desde que la vi en las fotos que me moría de ganas de probar su sabor. Especialmente beberme sus jugos sexuales. Y por supuesto, quería enseñarle a que me la chupara. Estaba pensando que mas adelante, si le encantaba coger conmigo, hasta podría desvirgarla del culo, rompérselo, cuando ella ya estaba completamente desnuda y se quería sentar en mi verga ya parada. “Espera! Tantas ganas tenes de que te la ...