Historia de primos hermanos (6): Bar swing
Fecha: 19/04/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: pepeluche75, Fuente: CuentoRelatos
... metido sin protección, él lo miro y le dijo, venga compadre que acá hay una boca que llenar, su prima abrió la boca mirando su verga, en una invitación silenciosa a que se acercara por una mamada, entonces ella se lo dejo duro en un segundo, mientras Pablo alababa a su mujer, loco tienes una leona contigo que afortunado, entonces su prima que había despertado muy caliente, le dijo, dale amor, métemelo también en mi coñito, entonces el primo la tomo, y se recostó sobre la cama, y sentó a su prima, en su verga, y comenzó a penetrarla, Pablo se puso por detrás y suavemente y con paciencia, comenzó a meter su verga, el primo podía sentir como las dos vergas se juntaban dentro de su prima y veía la cara de placer al sentir su vagina llena por completo, y ya dilatada comenzaron a moverse los tres, la sensación era única y su primo le succionaba los pechos mientras le daban, podía sentir su zorrita caliente, y en un ritmo que controlaba ella comenzó a gemir en un orgasmo pleno, el que impuso a Pablo a subiese también y ...
... las caras de su prima hicieron que él también se excitara al máximo y casi como una carrera de caballos los tres alcanzaron el orgasmo en cuestión de segundos, llenado a su prima por completo si quedando electrizados de placer.
Pablo salió con cuidado y la prima se desmonto recostándose a un costado, el sudor los tenia mojados y exhaustos, los músculos de os tres habían sido exigidos, y sonó el teléfono de la cabaña, era hora de irse, su prima se metió a la ducha y se vistió rápidamente, Pablo sitio y su primo hizo lo mismo, salieron del lugar y a dos cuadras Pablo se bajó, y su primo se fue en dirección a la casa de su prima para descansar, el silencio no fue incomodo, pero a su prima le había gustado, siempre quiso sentir a dos machos juntos, y lo había hecho bien, entonces ella metió la mano a su chaqueta y encontró una tarjeta, algo de arriendo de autos, y al reverso, decía, Pablo. Y un teléfono, la guardo disimuladamente y sonrió, sintiendo que había hecho un trabajo tan bueno que Pablo quería volver a verla.