Me follé a mi cuñado
Fecha: 21/04/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: sexisandrita, Fuente: CuentoRelatos
... lo pude notar un día que fuimos a la playa con mi marido los tres, pero él también se quedó idiota con mi figura, no dejaba de lanzarme miradas cuando mi marido no se daba cuenta, podía ver en sus ojos que yo le gustaba muchísimo pero nunca se atrevería a nada por ser mi cuñado, mejor así me dije aquella vez. Pero ahora que mi marido quería que el venga al depa y estaríamos los dos solos por tanto tiempo, no sé qué podría pasar, para ser sincera él también me atraía físicamente, por eso le dije a mi marido que no era necesario que venga su hermano, que ya estaba yo grandecita para que pueda cuidarme sola, pero el insistía, por ultimo me dijo o lo mando o me regreso.
Lo note muy decidido por lo que termine por aceptar, además me dije a mi misma ¿Qué puede pasar? Es cierto que Ronald está buenísimo, pero es mi cuñado, no hay peligro de que pase algo, por ultimo si me siento incomoda le pediré que se vaya sin que mi marido se entere, con esas ideas dimos por terminada la conversación.
De eso paso dos días, cuando Ronald llego a mi depa, me saludo muy afectuosamente, él siempre se portaba como todo un caballero, yo le recibí muy alegre como una buena cuñada, y le indique el cuarto donde él se quedaría, pues así fue que estuvimos allí por espacio de unos días, ocupados cada uno en nuestras cosas, yo con el gym y el en su trabajo de publicista, prácticamente no nos veíamos toda la mañana, en la tarde almorzábamos juntos y luego en la noche mirábamos alguna peli o el salía a ...
... tomarse algunos tragos.
Fue a la tercera semana de haberse ido mi marido que un día mi cuñado regreso un poco pensativo del trabajo, yo lo noté y le pregunté “¿qué pasa cuñado?” Él me dijo “nada Sandrita cosas del trabajo”, “uff pues vaya −le dije− sí que te vez preocupado”, “no te preocupes −me dijo− ya se me pasará”, no quise dejarlo así, y le dije “que te parece si para despejarte nos tomamos unas copas así me cuentas y te sientes mejor”, “bueno −me dijo el sonriente−, no te voy a despreciar unas copas”. Me dirigí al bar y saqué una botella de whisky y empezamos a conversar, él era muy gracioso me hacía reír mucho y siempre me hablaba con dulzura, me hacía sentir como una reina, y no perdía ocasión para mostrarse galante, yo me sentía muy bien con él. Pero aun podía notar cierta mirada preocupada en él, por lo que dije, “a ver cuñado ya que yo te he contado mis cosas, es justo que tú me digas lo que te pasa, no te cortes dímelo”.
El me miro y me dijo:
—está bien cuñadita te voy a decir, sucede que tuvimos algunos problemas en el trabajo, una de las modelos del comercial que estamos haciendo nos dejó, pues la tía subió sus honorarios y no podíamos pagarle lo que pide, pues era muy por encima del presupuesto, y sucede que mañana tengo que presentar las fotos que la chica debía haber hecho.
Yo me quedé pensativa.
—uy que mal —le dije— que poco profesional resulto ser.
Al poco rato recordé que cuando yo era adolescente había llevado clases de modelaje, y le ...