LA SUMISIÓN Y LUJURIA DE SANDY. BETTY Y ANDREA..UNA FAMILIA ATÍPICA.
Fecha: 27/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: PEDROVL, Fuente: SexoSinTabues
Algo cambio, en mi percepción de ver a mis hermanas cuando llegamos a vivir a casa de mi abuela y no solo eso, sino el deseo por ellas y el sentido de propiedad sobre ellas, más cuando oía las pláticas de mis amigos de que algunos deseaban sexualmente a sus hermanas o primas, pero que no podían hacer nada por poseerlas. El que Betty iniciara con ir a mi cuarto y se despreocupara porque viera su ropa interior o que la acariciara, me dio la confianza para seguir y cumplir mis caprichos. Primero Betty, luego Andrea y la más reciente Sandy, solo faltaba Mónica. Después de haber tomado la virginidad de Sandy esa noche del 11 de diciembre y que se enojara conmigo, no me dirigió la palabra durante todo el domingo, ni el lunes, tan poco el martes, fue hasta el miércoles que llegó a mi cuarto esa noche. No tenía miedo a que dijera algo, pero no quería forzarla a hablarme, ni mucho menos acercarme, ya que por su edad podría rechazarme y hacer escándalo, aparte de crearle un trauma que le impidiera disfrutar posteriormente de volver a intimidar, por lo que le di tiempo. Yo no sufrí soledad, Betty se encargó de darme calor con solo mirarla a los ojos ese mismo domingo. El día lunes fuimos todos a la escuela con normalidad, solo que no pase por mis hermanas cuando salí de clases. Ese día en la tarde me dice Mony que Sandy no tenía clases el martes y que si podía pasar por ella, a lo que le dije que sí. No había ningún intercambio de palabras con Sandy, ella solo miraba que hablaba con ...
... Mony, con Betty e incluso con Andrea y se le notaba molestia por eso. El día martes pasé por Mónica a la escuela, a la casa llegamos riendo de situaciones chuscas de la escuela y nuestros compañeros. Pero lo que más sobresalió de nosotros al llegar, es que Mony quiso que la cargara unos metros antes de llegar a la casa, así lo hice, llegamos y entramos sonriendo, Sandy que estaba en la sala nada más nos miró seria y no dijo nada. El día miércoles no pase por ellas, ya que Sandy fue a clases y se regresó con Mony a casa. Y sin dirigirnos la palabra continuábamos. En la noche de ese día miércoles, ya después de haber cenado, me fui a mí cuarto, serian como las diez de la noche cuando oí un suave toquido a mi puerta, como acababa de bañarme y estaba desnudo, me envolví en la toalla y bajé a ver quién era, abro y para mi sorpresa era Sandy quien estaba parada con su pijama de bata amarilla. -Ya no estés enojado conmigo manito. Perdóname. - Es lo primero que me dice… Sin contestarle la miro a la cara, ella baja su mirada y unos tres, cuatro segundos después… -Perdóname, ya no te vuelvo a correr, ni me voy a enojar contigo. - Me dice mientras me abraza con fuerzas. -¿Lo prometes?- La cuestiono. -¡Si! Te prometo que ya no me voy a enojar contigo y que voy a hacer todo lo que tú me digas, pero ya no te vuelvas a enojar conmigo. - Me añade. Nada más de escuchar lo que dice, hace que mi mente trabaje a mil por hora…y mi verga se ponga dura y erecta debajo de la toalla. -Pásate. - Le digo ...