1. Le agradecí con mi himen.


    Fecha: 24/04/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Desde mi pubertad soy una "bebota" con el problema de que cosas me llamaban la atención y mi cuerpo de mujer, aunque no desmesurado me hacía ver muy grande para hacer ciertos juegos. Llegaron mis 15 y con mi rubia cabellera larga y mi cuerpo que ligaba piropos demasiados adultos esperaba y agradecía la fiesta que mi tío-padrino me regalaba sin miramientos de gastos. Todo lo que le decía de mis proyectos para la misma el la duplicaba. Pasado el maravilloso evento después de un tiempo fuimos con mamá y papá a visitarlo. Tío es de uno noventa, regordete, separado sin hijos, morocho y aveces usa aro en la oreja con camisas hawaianas; esta muy bien económicamente y con papá (su hermano) tienen una excelente relación. Vive cerca del mar en una buena casa y mis progenitores le pidieron si él podía quedarse conmigo un fin de semana que ellos necesitaban una luna de miel. Se fueron un jueves y a la noche cenando al borde de la piscina, me dió autorización para un aperitivo de licor que me dejó algo alegre. Charlando me pregunto como andaba yo y si tenía novio. No creyó mi negativa aduciendo que si los chicos eran tontos y ciegos, que él de solo imaginarme abrazada a alguien le daba rabia de celos, y reía a carcajadas. Le pregunté si creía que el hecho de que mis padres quisieran estar solos era culpa mía. Se acercó y me acarició el cabello susurrando: "como se te ocurre que una ricura como vos puede ser culpable de separación; los adultos a veces necesitamos tiempos solos". No paró ...
    ... de acariciarme y me dio besitos en la frente. Quedé en silencio mirando hacia abajo las lajas, me gustaba su ternura pero también me turbaba en algún punto no entendía que me pasaba al margen del licor. Se percató de ello y tomándome de la pera me hizo mirarlo a los ojos. -¿Pasa algo lindita?. Sonreí como cortesía al cabo que me gustaba que se preocupara por mí. Me besó la mejilla una y otra vez y yo no me opuse, en un momento se separó y alcé mis ojos hacia él. -Si no fueras mi sobrina como me gustaría abrazarte fuertemente, tenerte contra mí y protegerte. silencio. soy un estúpido mirá que decirte algo así a mi edad; soñar algo así, con una mujer como vos, perdón y que quede entre nosotros por favor te lo ruego. Me acerqué a él y sin saber bien que hacer puse mi boca casi con la suya. Escribir en estos tiempos que a los 15 ese sería mi primer beso parece ridículo; pero fué así. El lentamente y con dulzura buscó mi lengua tomándome del cuello y empezamos un beso de lengua, pausado, pasional despertándome sentidos que sospechaba o experimenté a solas. Me levantó en brazos y sobresaltada le pregunté adonde íbamos. -Tranquila mi divina, no te voy a hacer daño, solo a disfrutarte. Me sentó en su falda en el sillón y seguimos con los besos donde empezaron sus manos a recorrer mi cuerpo. Cuando iba a mis senos o piernas se las quitaba y el me rogaba dejarlo disfrutar de mi condición de mujer soñada y yo accedí y fui cayendo pese a mis ruegos de negativas. En ropa de verano le fue ...
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