El Masaje a las Tres Diosas.
Fecha: 27/04/2020,
Categorías:
Hardcore,
Sexo en Grupo
Primera Vez
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... llegar al vestíbulo del lujoso hotel, todo era glamour, tanto la decoración como los huéspedes de este. Yo decidí ir al bar a beber algo para ahogar mis penas de solterona y con suerte, conocer a un apuesto mozo que me invitase a una ronda.Al llegar al local, me decepcioné al ver que solo había viejos bien vestidos y críos tomando refrigerios; que mal me estaba saliendo todo…Alguien chocó contra mí, empujándome y haciéndome perder el equilibrio. Me di la vuelta mosqueada buscando con la mirada al culpable, tuve que alzar un poco la vista para observarle bien. Era bastante más alto que yo y muy corpulento, vestía un uniforme blanco con una pajarita negra.— Perdona, no era mi intención empujarte, preciosa —Su voz áspera y penetrante me tocó hondo, lo que no me gusto fue su dejé descuidado que tenía. La primera impresión que hice de él era el de un pasota, vago y perezoso. Su pelo rojo era largo y le llegaba hasta las orejas, con dos cascadas escarlatas descendiendo por ambas sienes, una barba oscura y descuidada le daba un aspecto de vagabundo, pero salvaje y peligroso.Sus ojos marrones se clavaron en los míos, con descaro y despreocupación.Una sonrisa impertinente iluminó su cara; a mí me había dejado muda.— D…Deberías ir con más cuidado… ¿Eres un empleado el hotel? Podrían echarte por tratar así… a los huéspedes—. Recuperé la compostura como pude y me mostré lo más coherente posible.Se llevó la mano a la nuca y comenzó a rascarse el cabello mientras se reía.— No creo que me ...
... echen por algo tan nimio como esto… Soy muy bueno en mi trabajo. ¿Sabes?Me picó la curiosidad y no pude evitar preguntar:— ¿Y de que trabajas? —Me mostré desafiante sin bajar la mirada.Él dio un paso al frente y coloco su mano en mi espalda, guiándome hacía una de las mesas con sutileza, no me estaba empujando… Al menos no me dio esa impresión.— Jajaja ¿Para qué voy a decírtelo? Disfruta de la incertidumbre, jovencita —exclamó entre risas, pero yo no pude pensar claramente tras oír la palabra jovencita. Me pareció un peloteo puro y duro, pero me callé—. ¿Estás aquí para tomar algo, no? Yo tengo un pequeño descanso ahora, te invitare como disculpa.— Y yo aceptaré tu invitación como compensación —acepté sumisamente mientras él se dirigía a la barra—. ¡Quiero un San francisco! —manifesté intentando no alzar demasiado la voz, pero me oyó a la perfección. No se m*****ó ni en girarse, simplemente alzó la mano como diciendo: “Vale”…— Sara, preciosa, ponle a la morena aquella un San francisco y a mí me pones un vaso de vodka blanco, con hielo —le alcancé a oír, me fijé en como la tal Sara ponía una mala cara mirándome.— ¿Una amiguita tuya? — Me costaba escucharla, pero lo hice.— No te pongas celosa, mujer. Tu eres mi única amiga aquí —se produjo un silencio y vi como ella sonreía. Al rato venía él con lo suyo y lo mío, sonriéndome con su pinta de buenazo descuidado.— ¿Tu novia? —pregunté, yo sí que estaba celosa, aunque se debía al hecho de que creía haber encontrado un buen plan con ...