El Masaje a las Tres Diosas.
Fecha: 27/04/2020,
Categorías:
Hardcore,
Sexo en Grupo
Primera Vez
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... Expira, inspira… —musité mientras masajeaba con suavidad unas zonas y presionaba más en otras, ella obedecía hasta que poco a poco comenzó a ronronear más que a respirar.<<Proceso elemental para suprimir la resistencia de nuestras víctimas: debemos “marcarlas”. Puede sonar, quizás, una palabra fetichista, posesiva y dominante. Nada más lejos de la realidad.El proceso de marcar a una mujer para nosotros significa ponerla cachonda a más no poder de forma física… o química. Y es que nosotros nunca recurrimos a marcarlas de forma física dado que la discreción y nuestras “emboscadas” son elementales en esta vocación. Por lo tanto, usamos drogas afrodisiacas especializadas que no nublan el juicio pero si desinhiben bastante a la víctima en cuestión.Seamos sinceros, si alguien no quiere, se negara. Nosotros lo único que hacemos es… ponerlas cachondas a más no poder durante la cena metiéndole una pastilla afrodisiaca en la bebida y, una vez ha hecho efecto, nuestra querida recepcionista hace su magia con el vale para unos “masajes completos gratuitos”, muy pocas logran resistirse pero a las que lo hacen, las respetamos y les dejamos ir como si fuese un malentendido como cualquier otro…Ahora iba a marcar de forma natural a María y dejar que la semilla del deseo germinase, después la marcamos con un afrodisiaco potente durante la cena junto a sus hijas y vuelve a por su “masaje completo gratis” ganado en un sorteo; cachonda y marcada de forma física y química… ¿Buen plan, eh?>>Me ...
... conciencié recordando lo que no podía hacer: besarla; acariciarla más de lo necesario; no debía manosearla… Sin embargo debía dejarla lo suficientemente satisfecha para que desease volver a por más… Lo tenía difícil, pero me puse manos a la obra.Comencé por hacerle crujir las vértebras, colocándole sus brazos en cruz alrededor de su pecho y usando mi peso sobre ella. La presión ejercida produjo en su tronco innumerables crujidos que evidenciaban el trabajo bien hecho. Repetí el proceso en diferentes posturas para asegurarme que no quedaba ninguna zona de su espalda sin crujir.— ¡Ouch! ¡Ufff! Que gusto… —musitaba ella aliviada cada vez que acababa.— He terminado con esto, colócate de nuevo boca abajo con la mandíbula apoyada en ese agujero que hay en la parte superior de la camilla.Ella obedientemente se colocó como le pedí y sin perder tiempo, presiones con mis nudillos sus vertebras de abajo hacia arriba. Después unté aceite esparciéndolo, ella inconscientemente movía las nalgas cada vez que me acercaba, lo que delataba su desesperación.— Vas… demasiado rápido ¿No puedes hacer el masaje más lento? —preguntó y, aunque al principio entendí que se refería al ritmo y a la potencia, acabé por plantearme si podía tratarse de una indirecta sobre mi demora a la hora de masajear las piernas.— Mentirosa… —Me reí quitándole hierro al asunto, y comencé a bajar. Presionaba con las palmas en las costillas, masajeaba en círculos con las yemas y los nudillos hasta que terminé llegando a sus ...