El Masaje a las Tres Diosas.
Fecha: 27/04/2020,
Categorías:
Hardcore,
Sexo en Grupo
Primera Vez
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... ¿vale? No les va a enfermar o les va a nublar el juicio, ellas ni sabrán porque están así…— Pero es química, no se puede abusar de la química…— Escúchame —dije calmado mirándole a los ojos, sabiendo que ellas llegarían pronto y no podían verme allí. Bajé yo porque Loki no tenía paciencia para tratar con él, y Gay le caía fatal—. Sí que podría haber sobredosis si tomas muchas pastillas, pero son tres. Y si te quedas más tranquilo, si pasase cualquier cosa, dices que me viste a mí echándolo en la bebida. ¿Vale? No lo hago porque sea peligroso, sino porque si me relacionan con verme cerca de ellas cuando se pongan de esa manera… Podrían ponerse en guardía pero, si no estoy cerca… ¡Eso no pasara! ¿Vale?—Vale.— ¿Vale? —Repetí, buscando que estuviese seguro de sí mismo.— ¡Vale! Lo hare.— Te daré cincuenta más si todo sale bien. ¿Entendido? Tres pastillas a cada una en la bebida, una vez se las pongas no es problema tuyo si las beben o no, simplemente desapareces a servir a otras mesas.— Sí, entendido —Se le notaba claramente más calmado, le golpeé suavemente en el pómulo como muestra de afecto.— Les preguntaras que quieren beber, y cuando pidan esperaras a que el supervisor del comedor se acerqué a su mesa para hablar con ellas. Las tres lo miraran y acaparara su atención, y tu podrás meter con más comodidad las pastillas en la bebida… A poder ser, no toques ni cojas el vaso. ¿Alguna duda?— Ninguna, señor.— Trátame de tú, Fil. De tu… —Le dije mientras giraba sobre mí mismo y salía ...
... del comedor.Otro escalón superado.AmyEntramos en el comedor sobre las nueve de la noche, estaba abarrotado. Buscamos la misma mesa de cuatro en la que nos sentamos al mediodía, tuvimos suerte de que nadie la había cogido.—Yo quiero una cocacola —Me pidió Andrea dejando su bolso, que se fue a coger la comida al buffet.— Otra —dijo mi madre, yendo detrás de mi hermana.Yo me quede a vigilar los bolsos y a esperar alguien del servicio viniese a preguntar que queríamos para beber.Apareció un joven que no sería demasiado mayor que yo con un carrito de bebidas.— ¿Qué querrá, la señorita? —dijo con una tímida sonrisa.Yo se la devolví, me pareció muy mono.— Vamos a querer dos cocacolas y una cerveza para mí, gracias. ¿Cuánto será?— Tres euros cincuenta céntimos. —dijo y yo, automáticamente, baje la mirada para agarrar el monedero del bolso de mi madre, buscando la cantidad exacta de monedas más una pequeña propina. Oí como abría las latas, sirviéndolas en los vasos.Alcé la vista e hice el ademan de darle el dinero.—Aquí tienes, más propina.— ¡Muchas gracias! Que aproveche señorita —respondió con una voz temblorosa, tan rápido como apareció lo hizo en desaparecer el y su carrito.Yo agarré el vaso espumoso y calmé mi sed con un largo trago.MaríaVolvimos a la habitación tras presenciar el espectáculo de talentos que se dio en el escenario que había en el bar. Las tres estábamos muy acaloradas fruto del alcohol que habíamos bebido en la barra.Al entrar coloqué la tarjeta en el soporte que ...