1. El Masaje a las Tres Diosas.


    Fecha: 27/04/2020, Categorías: Hardcore, Sexo en Grupo Primera Vez Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... parte del masaje, relájate” para conformarse; comenzó a ahogar gemidos mordiendo su puño. Su cara era un poema, sus ojos cerrados mientras Gay sobeteaba sus pechos. Era tan linda…La madre, en cambio se mordía los labios y se revolvía sobre sí misma. Jon jugo con sus tetas sobre su bata hasta que las saco hábilmente de ellas. La bata se deshizo cayendo las solapas por los costados, quedando unida únicamente por el nudo de la cintura y dejando visibles su pecho y su ombligo empapados por el aceite.Su sujetador negro con pequeños trozos sutilmente transparente parecía quedarle muy pequeño.— Jon… —dijo ella dejando de revolverse y agarrando tiernamente las manos de su masajista—. No…— Es parte del masaje.— Eso no… —se apresuró a rebatir la madurita, pero su réplica fue fácilmente silenciada por un gemido fruto del pellizco en los pezones al bajarle el sujetador y dejarle las ubres sueltas.Loki se las había apañado para masajear las bordes de los pechos de ella; yo comencé a admirar a la hija de pelo castaño debido a la resistencia que demostraba tras haber sido “marcada” con el afrodisiaco. ¡Que enorme fuerza de voluntad!Continuaron bajando cada uno a su ritmo, masajeando los costados de las costillas, el ombligo y las caderas. Las tres comenzaron a gemir sonoramente cuando ellos iniciaron las caricias entre los muslos, apartando las humedecidas batas.— No… —Se negó la madre titubeante mientras se contoneaba sujetando la mano de Jon.— Eso sí que no… —dijo la hija mayor con ...
    ... decisión desafiando con la mirada a Loki; yo cambié la cámara buscando visualizar lo que pasaba mejor de cintura para abajo; la joven tenía agarrada con las dos manos la muñeca de él.— ¿Es… parte del masaje? —susurró como si no se lo creyese ni él e inmediatamente hundió los dedos por los bordes del tanga introduciéndolos en la vagina de ella, que le hizo poner los ojos en blanco mientras se mordía los labios.— ¡Muérete! ¡Imbécil! —consiguió balbucear entre gemido y gemido.Su hermana en cambio no daba problemas a Gay, que le sobeteaba uno de los pechos, pellizcándole el pezón. Con la otra mano ya introducido los dedos por debajo del tanga blanco, y masajeaba en círculos el humedecido clítoris de la hija rubia.Jon se colocó entre las piernas de la madurita y, bajándose la bragueta, sacó una vigorosa polla decorada por incontables venas; era monstruosamente enorme. “¿¡Como puede ser tan vago, siempre hace lo mismo!?” Pensé riéndome mientras acariciaba mi coñito ligeramente mojado. Él era tan perezoso que siempre que podía se saltaba los preliminares que eran, en mi opinión, lo más importante.Sin embargo ella pareció estar de acuerdo conmigo y se alzó claramente titubeante apartándose de él.— Esto… No forma parte… Del masaje —dijo cubriéndose con la bata, que estaba tan mojada que no ocultaba nada. Negaba con la cabeza mientas apartaba a Jon.— Oh, venga María. No me dejes “así” —suplicó sonriendo él.El acto de resistencia de ella pareció influir en sus dos hijas que se alzaron ...
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