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El Profesor (Parte 1)
Fecha: 30/04/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... Había bajado mucho de peso y se veía más fibroso. Seguramente había ido al gimnasio. Además, llevaba su cabello corto y en su color natural: un lindo color rubio miel. Sus facciones se habían masculinizado aún más, y sus ojos grises se veían más duros que antes. Logré divisar una cicatriz en su ceja izquierda, y me pregunté sobre cuál habría sido el motivo de esta. De todas formas, le daba un toque sexy y peligroso. A pesar de que su cambio físico había sido evidente, seguía siendo el mismo chico contestador y rebelde. Las cosas comenzaron a cambiar sólo unas semanas previas a las fiestas patrias. Luego de haberles hecho un examen a los chicos, había decidido aceptar la invitación a almorzar de mi ex para así dejarle en claro que ya no quería nada con él. No fue fácil. Era el hombre que había amado por casi 3 años, pero aceptarlo de vuelta significaba traicionar todas mis creencias. Lo perdoné, pero no regresaría con él. Lo aceptó y me invitó a un helado en la plaza. Luego de unos minutos, me dio el último beso y se fue. Con las lágrimas agolpadas en mis ojos, giré sobre mis talones y emprendí el rumbo a mi casa. Pero frené al notar la presencia de una gris mirada conocida. Rocco me miraba ligeramente sorprendido desde una banca cercana. Mi hizo una señal con la cabeza, para terminar con una maliciosa risa. No hice caso y me alejé. Llegué a mi casa a llorar en la ducha, para luego revisar los exámenes de mis estudiantes. Dos días después, cuando volvimos tener clases con mi ...
... grupo, comencé a repartir las calificaciones. Luego de eso, la hora pasó con velocidad, dejándome levemente impresionado la nula participación de Rocco. El timbre sonó y todos fueron saliendo, a excepción de él. Se levantó y caminó hacia mí. Colocó su examen en mi escritorio y me miró. -¿Qué sucede? –le pregunté. -Mi calificación –dijo. -Lo lamento, tienes que estudiar más para la próxima. -No puedo llegar con esta calificación a la casa –dijo medio asustado-. Me regañarán. -No puedo hacer nada, lo siento. No es lo correcto. -Yo… Yo lo vi con ese hombre –comenzó con ojos maliciosos-, ese día en la plaza. -¿Y? ¿Piensas delatarme? ¿Es acaso una amenaza? Aquí todo el mundo sabe eso. No soy del tipo de persona que lo grita, pero tampoco soy del tipo que lo oculta –bajó la mirada avergonzado cuando le retiré la hoja del examen. La miré rápidamente y me di cuenta que había dejado unos puntos sin contar, y que al parecer él también había pasado por alto. Pero antes de que dijera algo, él habló. -Haría cualquier cosa para subir la calificación -luego sus ojos destellaron desesperación. Es increíble lo mucho que puede afectar una mirada desesperada y un rostro triste, sobre todo si la persona es tan imponente y rebelde. -Hay algo que puedes hacer –dije. Me miró con luz de esperanza. Quizás no estaba bien aprovecharme de eso, sobre todo cuando el error era mío y la calificación le subiría igual. Pero sabía que si no lo hacía de esa forma, el no aceptaría después-. Dentro de algunos días ...