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El Profesor (Parte 1)
Fecha: 30/04/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... 3:05 pm, justo cuando sentí el timbre sonar. Corrí hasta la puerta y lo vi. Sus ojos reflejaban una inocencia que contrastaba con su rostro duro y serio. Vestía una camisa negra ajustada y de mangas cortas, resaltando su buen físico y el blanco de su piel. Llevaba unos jeans rojos que se ajustaban a cada curva de sus contorneadas piernas y su culo. -Hola –dijo. Fue en ese momento en que estuve consciente de que lo miraba con la boca abierta. -Hola –respondí-. Entra. Di un paso al costado y lo dejé pasar. Barrí con la mirada la calle cual psicópata llevando a su próxima víctima, y entré rápidamente. Rocco me estudió con la mirada y se detuvo a la altura de mis jeans. Apuntó con su dedo y me miré. Tenía la cremallera abierta debido a que había salido apurado del baño y se me había olvidado subirla. Él sonrió y le devolví la sonrisa incómodo. Le dije que tomara asiento y lo hizo junto a mí. Cuando me miró, vi una gota de malicia en sus ojos. ¿Estaba haciendo esto a propósito? ¿Estaba yo cayendo en su juego? -¿A que vine? –preguntó rompiendo el silencio. -Quiero saber cuán importante es esa calificación –dije retomando la compostura autoritaria-. ¿Qué estás dispuesto a hacer por conseguirla? -Su tono de voz es… es algo sugerente –dijo levantando una ceja. Mantuve mi expresión. La suya cambió. -¿Tengo que repetir la pregunta? –lo miré con seriedad. -Yo… -inclinó su cabeza. Se sentía incómodo o algo por el estilo. Me acerqué más a él y le tomé la nuca. Lentamente bajé por su ...
... hombro y brazo hasta dejar descansando mi mano en su muslo. Se apartó con velocidad-. ¿Es en serio? -No creerías que te lo iba a hacer fácil –le dije. -No puede obligarme a eso –su rostro me confundía. Las emociones que expresaba su rostro no coincidían con la que veía en sus ojos, por lo que no sabía con certeza lo que pasaba por su mente. -Rocco, no te voy a obligar a nada –hablé lento y relajado-. Tú tomarás la decisión. Yo no te castigaré si no aceptas, pero quedarás con esa horrible calificación. -Esto es injusto –sus ojos brillaron, y la furia comenzó a quemar mi garganta. -¿Injusto? Injusto es que estés todas las clases mirándote el ombligo y hablando, sin siquiera prestar atención a lo que digo. Y que, peor aún, tengas cara de pedirme ayuda porque papi te retará al ver las asquerosas notas que te sacas –solté-. Eso es injusto. -Yo… De verdad lo necesito –dijo rendido-. ¿Esto nadie lo sabrá? Como respuesta le acaricié el bulto que estaba entre sus piernas. Instantáneamente reaccionó a mí y lo sentí endurecerse. Una oleada de placer se extendió por mi brazo y terminó en mi pene que, desde que él entró por esa puerta, ya comenzaba a despertar. Estaba completamente quieto y con la mirada lejos de mí. Tomé su mano y lo llevé hasta mi habitación. No dijo ninguna palabra cuando comencé a desnudarlo lentamente. Saqué su camisa y no despegó su mirada del piso. Mientras, yo disfrutaba viendo su cada vez mejor cuerpazo. Una fina capa de vellos castaños descendía desde su ombligo, ...