1. El Profesor (Parte 1)


    Fecha: 30/04/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... los ojos y comenzó a mover su cabeza con más velocidad. Su lengua empezó a tomar más protagonismo, trazando círculos en mi glande y alrededor de mi prepucio. Lo tomé de la nuca y le ayudé a marcar el ritmo para que no se desesperara. Lo asistí un poco sacando mi verga y ordenándole que me lamiera mis gordos y cargados testículos y parte del tronco de mi pene. Amé la forma en que me hacía caso y cumplía mis órdenes. Ojalá fuera igual en clases. Mi excitación iba en aumento y pre-semen comenzó a salir de mi verga. Me di cuenta cuando Rocco se despegó ligeramente sorprendido. Saboreó el contenido y, cuando descubrió que no le era desagradable, continuó con lo que hacía. Pero ya era momento de que yo hiciera algo más. Lo detuve y le pedí que se recostara. Sonreí cuando vi que su verga estaba igual de dura y con una pequeña capa de su pre-semen. Con mi mano izquierda capturé sus testículos y con la derecha ordeñé el lubricante de su pene. Acto seguido, y acompañado de un gemido de su parte, me tragué su pene completamente. -¡Joder! –gritó Rocco. Miré su rostro y su boca estaba abierta en una gran “O”. Su gutural gemido me impulsó a seguir, provocándole escandalosos gemidos. -¿No te la habían mamado antes? –no pude evitar preguntarle. -No de esa manera –respondió al fin. Mi ego creció un centímetro por ese cumplido (O por lo menos yo lo tomé así). La experiencia estaba de mi parte y podía tragarme su verga completa. Me encantaba sentir sus testículos en mi mentón y sus vellos ...
    ... púbicos en mi nariz. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo y a estimular sus tetillas. Pronto coloqué mis manos bajos sus rodillas y puse sus piernas sobre mis hombros. Lentamente las fui levantando para dejar expuesto su agujero. -¿Qué hace? –preguntó espantado. -Es un poco obvio, ¿no crees?-. -Yo… eh… No estoy seguro de… -no era capaz de terminar la frase. -Relájate –le dije-. Después de esto, tendrás tu calificación y podremos dejar lo sucedido en el pasado. -… -algo sucedía en su mente por el gesto que tenía, pero no dijo nada más. Se recostó y cerró sus ojos. -Buena decisión –no iba a dejar que se fuera. Habíamos llegado muy lejos para retroceder. No se iba a ir sin que le rompiera el ojete. Total, tenía hasta el lunes para recuperarse. Continué mi trabajo y dejé su culo al aire. Tuve que separar sus turgentes nalgas para lograr ver su ano y, cuando lo hice, sentí unas ganas terribles de entrar en él. Un pequeño agujero de un delicado color rojizo, se encontraba a salvo entre esas montañas de carne. Se veía tan puro y delicado que más me provocaba destruirlo salvajemente. Descendí para quedar más cerca de ese perfecto vórtice de placer, y me saboreé los labios de forma inconsciente. Lentamente fui acortando las distancias y quedé a sólo unos centímetros de su ano. El aroma del lugar llegó a mi nariz y quedé ligeramente sorprendido al sentir un rico olor a vainilla. Rápidamente me di cuenta que, en realidad, casi todo su cuerpo olía así. Seguramente se había dado una ducha ...
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