mi amada y querida esposa - Relatos Eróticos

mi amada y querida esposa

Hola mi nombre es María, soy una mujer casada de 65 años, siempre me ha gustado el sexo y sigue gustándome y practicándolo a pesar de mi edad soy híper sexual.Por eso a pesar de estar casada con un hombre maravilloso que me adora y yo a él, eso no me ha privado en absoluto de tener sexo con otros hombres de los que he gozado enormemente con ellos.Me gustan los buenos machos y si es posible un buen semental mejor que mejor así disfruto más de su gran polla cuando la siento dentro de mí.Ya desde el pasado veo mis aventuras sexuales con hombres algo lejanas y por eso me decido a escribirlas.Estando ya casada mi apetito sexual se abrió de forma inesperada y no sé porque, los hombres negros me daban mocho morbo y me ponían como no lo hacía con ningún hombre blanco, bueno si que se porque, todo empezó cuando una tarde venia del instituto vi como un emigrante negro orinaba en un jardín mientras pasaba yo. No pude dar crédito a lo que veía, acostumbrada a ver la polla de mi marido de trece centrimetro, no sé lo que me parecía aquello tan grande y descomunal, como no daba crédito a lo que veía me quede mirándole fijo hasta que si comprobé que tenía un autentico pallón (no polla) él se dio cuenta de que le miraba , se la cogió con las dos manos y se la sacudió de arriba abajo llegándole desde el estomago hasta la mitad o más de sus muslos, mientras me dijo te gusta he mujercita blanca te gustaría tener esta cosa negra y grande dentro de ese chochito banco, anda ábreme esas piernas ...

... blancas y hermosas que tienes y te la meto dentro y veras cosa rica, seguro que no has probado una tan grande y tan rica verdad?, no abrí la boca porque me faltaba el aire para respirar quede paralizada y tuve tal calor y rubor que apreté mis muslos y allí delante de él me corrí quedándome inmóvil sin poder reaccionar.Esto me marco para el resto de mi vida, el orgasmo que tuve viendo aquel negro moviéndose su polla de arriba abajo mientras pe preguntaba si la quería para mí. Aquella noche no pude dormir y a pesar de que mi marido me hecho un buen polvo no podía dormir, me masturbe una y otra vez pensando en el negro y su gran polla, me venía a la cabeza que las mujeres que follaran con el que sentirían cuando les metiera semejante verga, pasaban los días y cuando me encontraba con algún negro por la calle me ponía cachonda, hasta una noche soñé llegue a soñar que aquella escena de verlo como se la sacudía después de orinar se repetía en sueños, pero esta vez era un parque solitario y por la noche entonces ya no me paralice al verlo si no que se la cogía con las dos manos y le masturbaba, ponte de rodilla y chúpamela puta, yo de radillas con las dos manos cogiéndole su verga me la metía en la boca, el me decía chupa, chupa puta, así, así chúpamela, cuando sentí que el empezaba a estremecerse intente sacármela de la boca, pero me sujeto fuerte por mi cabeza apretándomela contra el que irremediablemente se corrió y descargo su semen en mi boca y me lo hizo tragar todo, mientras ...