1. Mi hermana Sabrina


    Fecha: 03/05/2020, Categorías: Grandes Series, Autor: Ricardo Diaz, Fuente: CuentoRelatos

    ... negras caladas que me había puesto especialmente para la ocasión. Y como mi faldita floreada me llegaba hasta mitad del muslo, me moví de manera que subiera más y alcanzara la misma altura del final de mis medias. Estaba en esa posición, recostada en el sofá, con los ojos semi cerrados, que a mi hermano le parecía que estaba profundamente dormida, pero sin perderme detalle de mi querido y deseado hermano, al que vi cómo se agachaba en el asiento en que estaba para tener una mejor vista de mis entrepiernas, al tiempo que se llevaba una mano a la bragueta y se masajeaba la verga por encima del pantalón.
    
    En un momento determinado me moví y abrí más aun mis piernas, dejando a la vista de mi hermanito el final de lo que él quería ver: mis calzones negros, que se veían abultados por lo hinchado de mi sexo debido al deseo. El bulto de mi calzón, un bikini negro delgado por el que se asomaban algunos pelitos de mi raja, los que había puesto intencionalmente a la vista de mi hermano, fueron demasiado para esteban, el que se levantó rápidamente y se encerró en el baño. Ya me imaginaba detrás de lo que andaba mi hermanito calentón. Me levante rápidamente y seguí sigilosamente a esteban al baño y lo espié por el ojo de la cerradura: se sacó rápidamente su verga, que era mucho más grande de lo que me había imaginado y empezó a hacerse una paja furiosa, la que duro un corto instante. Y a continuación vi un espectáculo increíble: su esperma saliendo a raudales desde su verga y cayendo ...
    ... en diferentes partes, incontrolable, en tanto mi hermano ponía una cara de gozo increíble, diciendo con los labios apretados:
    
    "hummm, hummmm, ricoo, ricooo, Sabrinaaa, riiiicaaaa"
    
    Y a cada espasmo de su esperma, mi hermano echaba el cuerpo atrás, como si fuera expelido por la fuerza con que su líquido seminal salía desde su verga, que después de terminar de acabar siguió igual de parada. Entonces empezó a masajeare las bolas, despacio y suavemente, para después de un corto rato volver a tomar su verga masturbarse por segunda vez, aunque ahora lentamente, como queriendo gozar quedamente el momento que vivía, tal vez pensando en mí, en mi chucha, que ahora me ardía entre las piernas, mientras repetía:
    
    "riiicaaa, toma, tomalo todo, m’hijita riiiicaaa, cosiiiita riiiiicaaa, Sabrinitaaa"
    
    Yo entretanto le miraba y metía mi mano bajo la falda, la subía lentamente entre mis muslos y finalmente alcanzaba el bulto que ocultaba mi bikini, que apreté fuertemente, para enseguida introducir mis dedos por debajo del calzón hasta encontrar mi mata de pelo y mis labios vaginales húmedos de deseo y lujuria. Me afirme en la puerta del baño y empecé a meter y sacar un dedo en mi chucha mientras veía frente a mí la verga mi hermanito, parada esperando un coño donde meterse y su mano acariciándola de atrás hacia adelante, cada vez con más rapidez. Y mientras con mis ojos devoraba la verga de mi hermano, mi dedo aumentaba la velocidad de penetración en mi sexo, hasta que finalmente toca ...