Judit y Torrevieja - Relatos Eróticos

Judit y Torrevieja

Me encontraba en torrevieja... en aquel momento, yo aun tenia 17 años.

Mi familia, tenia por aquel entonces una casa en primera linea de playa en la cual pasabamos un mes al año. Aquel año, fue especialmente caluroso, ya que el mes que pasamos fue agosto. En aquel lugar, desde pequeño yo ya habia tenido una amiga. Se llamaba judit.

Para aquel momento de mi vida, el recuerdo que yo tenia de judith era el de una chica a la que no veia desde hacia 5 años, ya que su familia llevaba tiempo sin veranear por alli. Yo recordaba a una chica de piel algo morena, pelo negro ondulado, ojos castaños y una boca con labios carnosos. La muchacha a la que yo recordaba, aun no se habia desarrollado de modo que yo la recordaba simplemente algo delgada y sin curvas. Aun recordaba aquellas horas juveniles bañandonos en la playa y jugando entre nosotros. Su amable caracter, habia intimado a la perfeccion con mi timidez.

Era el primer dia que llegabamos a la casa. Yo como era de costumbre, prepare mi habitacion deshaciendo mi maleta y sali corriendo hacia la playa. Sin embargo, aquel año, habia algo distinto. Normalmente no solia haber gente en esa parte de la playa, pero en aquella ocasion, habia una mujer tumbada en la arena con un bikini rojo. Me fui acercando con cuidado... y, en algun punto de mi acercamiento, debio percibir mi presencia, ya que se giro, y comenzo a correr hacia mi.

Segun corria, dos grandes pechos naturales botaban y se movian compresos por el bikini rojo. Segun ...

... estaba yo ahi parado, mi pene se ponia tan duro como una piedra al ver aquellos melones.

Al llegar a mi, la chica colisiono conmigo en un gran abrazo, en el cual yo percibi aquellos dos pechos como balones de futbol.

Toniii, cuanto tiempo...

Yo me quede impactado, no reconocia a aquel pedazo de mujer que me abrazaba.

Soy judit

Me quede en shock. En algun tipo de acto de extrema timidez, sali corriendo, no sin decir, que esa tarde nos veriamos.

No os voy a mentir. En lo que me quedaba de mañana me la casque unas dos o tres veces pensando en ella y en su importante pechamen. De esa manera, se paso medio dia sin que pensara en otra cosa. Pronto dieron las cuatro, y comence a vestirme y a prepararme para ella. Por primera vez en mi vida, mientras me duchaba senti la necesidad de depilarme los genitales, y agarrando una cuchilla de afeitar y algo de espuma, a ello me dispuse.

Cuando sono el timbre de la puerta, alli se encontraba. Iba ataviada con unos vaqueros muy cortos, que marcaban el culo que yo aun no habia percibido, y un topo que dejaba entreveer su hombligo y que elevaba mas sus dos joyas de la corona. Yo por mi parte, me habia puesto unos pantalones algo ajustados tratando de prevenir mi capacidad para empalmarme.

Aquella tarde y noche, estuvimos en el bar del pueblo mas cercano, tomando raciones y poniendonos al dia de nuestras vidas. Alli me conto que ella aun era virgen, pero que estaba deseando hacerlo pronto (antes de los 18). Yo le respondi ...