1. 20 años no es nada si la follada es buena


    Fecha: 28/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: alirongo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy médico en un pequeño pueblo de la montaña, llevo una vida tranquila hasta que llega el verano que se llena de visitantes.
    
    Estando en la consulta una tarde de verano entró una mujer con síntomas de asfixia, estaba revisando unas placas así que al principio no me di ni cuenta, cuando me volví casi me desmayo, allí estaba ella Alicia, melena rubia, unos labios ardientes, unas tetas y un culo que quitan el hipo en una palabra una señora hembra. Ella no me reconoció, pero hacia 20 años que no la había visto. Coincidimos en la Universidad, era la estudiante que todos nos quisimos tirar, pero la muy puta era la típica que miraba más el dinero y la posición que un buen polvo con un alumno normalito. Era de la alta burguesía y además sabía que estaba buena así que por mucho que lo intenté no hubo forma de que consintiera algo más que saludo forzoso y ahora estaba allí enfrente de mí, pero lo primero soy médico así que le pregunte por sus síntomas, me dijo que le costaba respirar, que se ahogaba por lo que la hice sentar en la camilla y poderla auscultar, que nervios que tenía, con las pajas que me había hecho pensando en ella, ahora la tenía sentada, le hice quitar la camisa para poderla reconocer mejor y solo la visión de sus tetas que se salían de sujetador me dejo sin hablar y la polla comenzó a calentarse de una forma escandalosa, como pude la ausculte intentando que se notara lo menos posible, aunque no lo conseguí, sus pezones se pusieron duros al notar mi tacto y algo ...
    ... noto para que dijera “no se quien está peor doctor lo siento alterado” y sonría maliciosamente, como pude me recompuse a pesar que ella siguió sin ponerse la camisa, con respiro hondo le dije “sigues igual de buena que hace 20 años o mucho mejor” puso cara de extrañada y me pregunto que si la conocía y le recordé los tiempo en la universidad, hacia tanto tiempo, me dio un abrazo y entre mi pensé por fin siento esas tetas maravillosas. Ya más calmados, nos sentamos a recordar viejos recuerdos y me conto un poco de su vida, se había casado con tipo muy rico que le hizo tres hijos, pero que era un golfo de mucho cuidado, la dejo embarazada y tuvieron que casarse sin terminar ella la universidad. Estaba en el pueblo en casa de unos amigos a pasar unos días. Le receté un jarabe y unas pastillas y la cite para el día siguiente por la tarde, no tenía consulta así podría examinarla más tranquilamente cosa que acepto gustosamente.
    
    A día siguiente estuve toda la mañana pensando en ella, cuando llego la hora se presentó en la consulta de forma espectacular, un vestido ajustado fino que le remarcaba todo su culo y tus tetas, no se notaba que los años pasaban por ella, es más como el buen vino estaba todavía mejor. Le había preparado un ungüento para frotárselo por la espalda y el pecho. La hice quitar el vestido y se quedó en sostén y en tanga y la tumbe en la camilla, se quitó el sujetador y comencé a frotarle la espalda, que piel tan suave tenia, “uhmm que ricoooo” , “te gusta?” ...
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