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La Iniciación de mi Sobrino
Fecha: 07/05/2020, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... rato.-Gracias Tía, que buena cogida me pegaste. Nunca me la voy a olvidar – Me dijo cuando me despedía y me dio tanta ternura que le comí la boca con un beso de lengua.Creo que también era virgen de boca. “Si no sos un buen besador, nunca vas a ser un gran cogedor”, le aconsejé cuando lo acompañaba hasta la puerta y bruscamente se dio vuelta me dio un beso cargado de ternura y suavidad. La pija se le había parado otra vez. Y yo me volví a chorrear la entrepierna.-Hablamos en estos días. Gracias a vos corazón. Yo tampoco me lo voy a olvidar.Mi vida parecía haberse ordenado después del sexo con mi sobrino. La calentura me había bajado a niveles normales, nadie había notado mi aventura y había oportunidades de poder seguir saboreando las mieles de esa pija deliciosa y grande que hacía juego con ese cuerpo casi de modelo. A los 43 años cogerme algo así era la solución a todos los problemas, pero de a poco me fui dando cuenta que no era yo la que estaba al mando de la situación.Pasaron dos semanas desde que lo había desvirgado y yo estaba muchísimo más cachonda que antes. Las masturbaciones nocturnas se pusieron más intensas con el juguete. También me lo empecé a introducir en el culo imaginando su hermosa pija como una gran estaca clavándome toda. Hubo noches en que tuve que hacerme dos para tratar de relajarme, pero su miembro aparecía otra vez para volarme lo sesos.Me sentía más puta que nunca. Mi marido ya era un recuerdo lejano con el que hablábamos todos los días de las ...
... cosas cotidianas, pero con el que habíamos perdido la piel. A tal punto que el último fin de semana largo viajaron los chicos con mi concuñada al Sur para estar con el pero yo me quedé en Buenos Aires alegando algunos problemas domésticos que serían ideales de resolver sin los chicos en casa, como lavar las alfombras. A Carlos le pareció buenísima la idea, me dijo que era la mejor madre del mundo y que me amaba. Yo necesitaba una buena cogida. Estaba caliente, bellísima y no iba a resignarme a dejar el sexo por la familia, la plata o la distancia. Era tiempo perdido que sabemos, nunca se puede recuperar.Mi sobrino no me llamaba y eso me inquietaba más. Me empecé a sentir paranoica y tenía miedo de que el chico se hubiera arrepentido o le hubiese contado a alguien. Le mandé un mensaje el día de su cumpleaños, unos besos y unos corazones. Pero me respondió a los tres días con un gracias seco que me dejó helada. Me compré otro juguete en el sex shop, un poco más sofisticado que servía para la doble penetración. Otro de los déficits de mi matrimonio era el sexo anal, porque a mi marido “no lo calentaba tanto”. A mí me vuelve loca, me hace ver las estrellas, tengo orgasmos más estridentes y largos y quedo profundamente relajada. Éxtasis.Sin darme cuenta me había hecho adicta a la pornografía. Veía videos mientras me introducía el o los juguetes. En todos los casos deseaba que fuera la descomunal pija de mi sobrino la que me penetrara. Recordaba sus venas hinchadas y su grosor… con la ...